Los colores influyen en nuestro cuerpo y en nuestra mente mucho más de lo que pensamos. Mientras los colores cálidos transmiten calma y relax, los tonos fuertes activan nuestro cuerpo. Por eso debemos escoger con mucho cuidado los colores más adecuados para cada habitación de la casa.
¿Y en el dormitorio de los más jóvenes? ¿Cuáles son los mejores colores? El entorno familiar adquiere gran protagonismo en la infancia y en la juventud de nuestros hijos. Sus primeras experiencias determinarán los adultos que serán en el futuro. Por eso debemos asegurarnos de que crecen en un entorno adecuado. En Decorablog te ayudamos a escoger los mejores colores para pintar la habitación de los niños.
El efecto de los colores en el cuerpo
Antes de escoger los tonos para pintar la habitación de los niños, debemos tener claro cómo interpreta nuestro organismo los colores. La clave está en las ondas de luz que permiten que veamos los colores. Estas ondas transmiten una determinada energía a todo nuestro cuerpo, en función del color en cuestión.
El rojo aumenta la presión arterial, el ritmo del corazón, la temperatura corporal y activa el aparato digestivo. Por el contrario, el azul disminuye la temperatura de nuestro cuerpo, inhibe el aparato digestivo y favorece el descanso. Mientras que tonalidades como el naranja y el amarillo estimulan la actividad de las neuronas.
Así que teniendo en cuenta todos estos aspectos, debemos escoger los colores adecuados. En la zona de estudio puede ser una buena idea decorar con tonos intensos que activen y estimulen la actividad de nuestro cerebro. Pero en la zona destinada al descanso, te recomendamos tonalidades más relajantes.
La distribución de los colores
Otro detalle my importante que debemos valorar es la distribución de los colores, ya que se trata de lograr un equilibrio cromático que transmita las emociones deseadas tanto a nuestro cuerpo como a nuestra mente. En decoración hay una norma que es la regla del 60-30-10.
Según esta norma, debemos decorar la habitación con un color principal que ocupará el 60% del espacio, un tono secundario que abarque el 30% y un toque de color final para el resto del espacio.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos anteriores, tanto el efecto que tienen los colores en nuestro cuerpo como la distribución de los mismos, debemos escoger correctamente la propuesta cromática. En general, hay que tener presente que los colores claros transmiten bienestar y tranquilidad, mientras que los fuertes activan y aceleran nuestro cuerpo.
Un color para cada espacio
Por lo tanto, una gran idea puede ser decorar la zona de estudio con colores estimulantes y creativos como el naranja y el amarillo. Y para la zona de descanso, tonalidades claras como el blanco, el azul, el beige, el crema…
Aunque otro detalle importante que debemos considerar es la combinación de colores, ya que se trata de lograr un equilibrio cromático. Es decir, ni colores demasiado intensos que provoquen estrés y ansiedad, ni tonalidades tan claras que nos roben la energía.
Pinturas ecológicas
Y dejando a un lado la propuesta cromática, otro aspecto importante es el tipo de pintura que vamos a utilizar en la habitación de los más jóvenes. En el mercado existen pinturas ecológicas que son mucho más saludables y naturales, ya que están fabricadas con materia prima vegetal.
Este tipo de pinturas son más sanas para el organismo puesto que no contienen elementos tóxicos. Además, no contaminan el medio ambiente. Las encontrarás en cualquier comercio especializado en bricolaje y decoración, en una amplia variedad de colores.
¿Ya sabes cómo pintar la habitación de los niños? No olvides compartir con nosotros tus propios consejos y experiencias.
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