Son todo un clásico de la decoración con más posibilidades de las que imaginas. En Decorablog rescatamos el puf para darle otros prácticos usos: como asiento extra, mesita auxiliar, reposapiés, decoración…
Descubre los diferentes tipos de puf que existen en el mercado y toma nota de cómo decorar con ellos cualquier rincón de la casa. En el recibidor, en el salón, en el dormitorio…
Tipos de pufs
Lo primero que debes tener claro es que existen diferentes tipos de puf y cada uno puede tener distintos usos. Algunos son más bajos, otros más mullidos, los hay rígidos, de estilo antiguo, de inspiración bohemia, lisos, con estampados… Es decir, hay que tener claro el tipo de puf que queremos y el uso que podemos darle.
También debemos tener en cuenta el material del puf. Los hay de madera y forrados en tela, de ratán y de otros muchos materiales. Todos estos detalles son fundamentales al escoger nuestro puf, ya que tanto el material como el diseño y el color deberán adaptarse al estilo de la habitación.
De estética industrial, romántica, minimalista, rústica… Para cada decoración, su propio puf. Por ejemplo, en una habitación de estilo industrial nada mejor que un puf cuadrado con la bandera británica, con aspecto envejecido y aires vintage. Mientras que en una habitación romántica, te recomendamos un puf clásico, en materiales naturales como el lino y en colores claros.
Aunque una de las tendencias decorativas por excelencia es la estética étnica, donde el puf es uno de los grandes protagonistas. Triunfa en colores llamativos y en prints con motivos tribales e incluso con estampados geométricos.
Como mesita de centro o auxiliar
Y una vez que hemos escogido el puf ideal que combine a la perfección con la decoración de nuestra estancia, es el momento de sacar partido a este accesorio. Generalmente se suele utilizar como asiento extra. Sin embargo, existen otros muchos usos tan prácticos como decorativos.
En función de las características de nuestro puf, también podemos utilizarlo como una práctica mesita auxiliar o de centro perfecta para el salón. Una gran idea puede ser optar por una figura cerrada con dos sofás enfrentados y en el centro el puf a modo de mesita.
El puf también encuentra su sitio en el dormitorio, donde podemos colocarlo a los pies de la cama. Mientras que en el recibidor, puede ser perfecto para decorar y utilizarlo como descalzador.
Como reposapiés
Y es que el puf es un gran aliado de la decoración ya que supone un asiento extra que ocupa muy poco espacio. Por ejemplo, podemos guardarlo cómodamente bajo cualquier mesa cuando no lo necesitemos. En el salón y en la zona de trabajo o de estudio también lo podemos utilizar como un cómodo reposapiés.
Un accesorio increíblemente práctico para los más pequeños de la casa. Y es que el puf triunfa en cualquier ambiente. Incluso podemos fabricarnos nuestro propio puf, tal y como te explicábamos en un artículo anterior, donde te proponíamos decorar con neumáticos reciclados.
Tan fácil como limpiar y desinfectar en profundidad el neumático, aplicar varias capas de pintura de algún color que combine con el resto de la estancia y colocar algún cojín.
Rincón de lectura
Este práctico accesorio también puede ser una estupenda solución en habitaciones pequeñas donde no tenemos demasiado espacio. Por ejemplo, podemos colocar un puf cerca de alguna ventana que reciba abundante luz natural para crear una agradable zona de lectura, tanto para adultos como para los más pequeños de la casa.
Aquí no termina todo, porque también podemos colocar el puf en el exterior: en el ático, en la terraza o en el jardín para improvisar asientos extra tan cómodos como decorativos. Además, si la terraza o el balcón es particularmente pequeño, el puf es una gran solución decorativa.
Y a ti, ¿qué otras ideas se te ocurren para decorar con un puf?
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