Como sabes, a la hora de decorar cualquier estancia del hogar es muy importante seleccionar los colores con detenimiento, ya que más allá de su función decorativa, influyen en nuestro estado de ánimo. Afortunadamente, las combinaciones que podemos hacer para lograr un ambiente agradable emocional y estéticamente son numerosas. Hoy, por ejemplo, queremos hablarte de la decoración con los colores primarios.
Los colores primarios son aquellos que no se pueden obtener con la mezcla de otros pero que sí son capaces de crear una gran variedad de tonos al combinarse entre ellos. Aunque existen varias teorías sobre cuáles son los colores primarios, hoy vamos a mostrarte ideas de decoración con los primarios tradicionales: el rojo, el amarillo y el azul. ¿Te apetece acompañarnos?
Con el blanco como protagonista
A la hora de decorar una estancia combinando dos o tres colores primarios hay que tener mucho cuidado, ya que el resultado puede ser vibrante pero también desagradable a la vista. Por eso, una buena idea a la hora de utilizar estos tonos es mezclarlos con el blanco, siendo éste el protagonista absoluto de la decoración. Puedes ver un ejemplo en la imagen que te mostramos a continuación, donde el blanco predomina sobre el rojo, el amarillo y el azul, presentes a través de los textiles y los accesorios. Por supuesto, si se trata de combinar un solo color primario, el blanco también es ideal.
Habitaciones infantiles
Una habitación de la casa que te permitirá combinar los tres colores primarios sin problemas será el dormitorio infantil, ya que en estas estancias podemos dejar volar nuestra imaginación. Eso sí, no hay que olvidar que la habitación de los más pequeños de la casa también debe ser un lugar donde los niños puedan descansar y dedicarse al estudio. Por eso, deberán predominar los colores neutros o aquellos que sean más relajantes, como el azul claro. Puedes ver un ejemplo en la imagen que te mostramos a continuación.
Decoraciones vibrantes
Si quieres conseguir una decoración vibrante, puedes optar por combinar los tres colores primarios en cualquier estancia de manera que estos sean los protagonistas, siempre teniendo en cuenta que corres el riesgo de conseguir un espacio demasiado estresante. Así, esta combinación es rolo recomendable para los más valientes, además de para estancias eclécticas. Puedes ver un ejemplo en la imagen que te mostramos a continuación, en la que el rojo es el color estrella del salón.
Por separado
Si quieres ir sobre seguro, te recomendamos que utilices los colores primarios por separado. Combinados con tonos neutros o con el blanco, como te hemos comentado antes, el resultado puede ser fantástico, independientemente de la estancia. Eso sí, hay colores más recomendables que otros para determinados espacios de la casa. Así, el azul es perfecto para el dormitorio, ya que transmite tranquilidad. Sin embargo, no se recomienda para estancias como el salón o la cocina, ya que el resultado puede ser demasiado frío.
Por su parte, el rojo, un color relacionado con la fuerza y la pasión, es ideal para el salón o la cocina, aunque teniendo en cuenta que también está relacionado con el amor, también puede ser perfecto para el dormitorio de matrimonio. Eso sí, debes tener en cuenta que este color también puede ser estresante y generar ira, por lo que es mejor no utilizarlo en exceso. En cuanto al amarillo, es perfecto para lugares como el salón o las áreas de trabajo, ya que es un color positivo y energético. Además, es ideal para habitaciones infantiles tanto para niñas como para niños. Debes tener en cuenta que, también en este caso, se recomienda utilizar rebajado con tonos neutros.