El rojo es sinónimo de pasión. En la decoración es un color dinámico, enérgico y atrevido, muy vital. Por eso hay que tener cuidado y aplicarlo en detalles o zonas más pequeñas, o combinado con blancos o pasteles que reduzcan esa intensidad, llegando a diseñar en este caso ambientes cálidos y acogedores. Si nos pasamos y pintamos todas las paredes de rojo, por ejemplo, el resultado puede ser agobiante y ponernos un poco nerviosos. Así que vamos a ver algunas ideas para aplicarlo correctamente y obtener unos resultados increíbles.
Los mejores espacios para decorar con rojo
La habitación infantil no es la estancia más adecuada para usar el color rojo, ya que puede excitar a los niños y entorpecer su descanso. El color rojo absorbe la luz que recibe y es mejor reservarlo para estancias amplias y luminosas. Es recomendable utilizarlo en lugares reservados a comer, puesto que abre el apetito. Por eso son tan bonitas las cocinas en color rojo o los comedores y salones.
Pequeños detalles en color rojo
Una de las mejores maneras de introducir el rojo en tu decoración es a través de los pequeños detalles. Queda muy bonito sobre una base blanca, por ejemplo. No satura nada el espacio y añade una nota de color y alegría a las estancias. Puedes usarlo en cojines, en lámparas, en algún cuadro, una alfombra, un jarrón, o incluso en algún mueble de pequeñas dimensiones.
Una pared en color rojo
Para conseguir utilizar el rojo sin saturar puedes pintar una sola pared de una estancia y dejar el resto blancas. También queda muy bonito combinado con un gris claro, por ejemplo. Eso sí, ponerlas todas rojas puede hacer que la habitación ofrezca una sensación de agobio que queremos evitar… Así que úsalo con mesura.
Colores con los que combinar el rojo en la decoración
El rojo queda muy bien con el blanco, puesto que consigue diseñar ambientes confortables. Combinado con gris y negro ofrece un resultado moderno y elegante. También lo puedes usar con malvas, verdes y azules.
Un mueble grande en color rojo
Otra manera de usar el rojo es a través de un mueble grande. Antes hemos visto cómo quedaba con pequeños detalles y ahora se trata de colocar solo un elemento en este color pero grande. Esto lo puedes hacer a través de una cómoda, un armario o con el sofá del salón. Es una idea que me encanta. Se convertirá en el punto focal de la estancia y el resultado es muy bonito. Deja el resto de complementos en tonos más neutros para que el sofá resalte y no sature, o combínalo con tonalidades vivas para crear ambientes muy alegres.
Textiles rojos
Otra idea para llenar de rojo tu casa de una forma sutil es haciéndolo a través de los textiles. Puedes jugar con cojines, cortinas, las fundas nórdicas de la cama, las alfombras… Todo ello colocado sobre una base blanca o en tonos neutros hará que la decoración adquiera un toque cálido y acogedor aun utilizando este color tan enérgico.
Galería de fotos con más ideas y ejemplos
A continuación vas a poder ver una galería de fotos con más ideas para decorar con el color rojo. Es una tonalidad que incita a la acción y que al transmitir energía e incluso abrirnos el apetito no resulta recomendable para los dormitorios. Aunque si pones algún pequeño detalle no pasa nada. De lo que se trata es de encontrar un equilibrio para que quede bonito estéticamente pero que no nos traiga sensaciones de agobio o angustia.
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