En una casa pequeña el aprovechamiento de cada metro cuadrado es fundamental para poder vivir cómodamente en ella. Los espacios abiertos se convierten en una solución muy apropiada para ello, puesto que eliminado tabiques la sensación de amplitud será mayor, podrás aprovechar más la luz y te resultará más práctico a la hora de moverte por tu casa.
En anteriores artículos hemos visto cómo diferenciar visualmente distintos ambientes de estos espacios diáfanos, y hoy quiero contarte algunos consejos para poder diseñar una cocina integrada en el salón. ¿Quieres saber cómo planificar esta zona de tu vivienda para que saques todo el partido posible a tu casa y decorativamente hablando resulte espectacular? A continuación te lo cuento todo.
Elimina los tabiques
Ya te lo he adelantado antes. Para crear tu cocina integrada en el salón has de eliminar los tabiques que separan estas dos áreas para disponer de una superficie más amplia y cómoda de transitar, sobre todo si tu casa es pequeña. Para que visualmente queden diferenciadas ambas estancias puedes colocar una isla o barra que las separe, por ejemplo.
Estilo similar en los muebles
De lo que se trata es de que ambos espacios queden integrados, ¿verdad? Pues para ello opta por muebles que tengan un estilo parecido en cuanto al color y los materiales. Así conseguirás crear una imagen de que estamos ante un mismo espacio y todo tendrá un sentido de conjunto. No significa que tengan que ser iguales pero cuanto más similar sea el estilo de ambas estancias más unificado quedará el interiorismo.
El mismo suelo para todo
Una de las formas para poder diferenciar zonas en un espacio diáfano consiste en colocar suelos diferentes. Pero, en este caso, como queremos integrarlos, vamos a hacer lo contrario: colocar el mismo suelo en la cocina y en el salón. Esto hará que la transición sea muy cómoda y visualmente parecerá que estamos en una misma estancia. No obstante, si te apetece que quede un poco diferenciadas estas dos estancias puedes colocar una alfombra en la zona del salón, por ejemplo, o en la de la cocina incluso.
Una decoración parecida
Lo mismo que te comentaba antes del estilo de los muebles lo aplicamos a los objetos decorativos. Haz que los que coloques en el salón y en la cocina tengan cierta coherencia para que el ambiente esté equilibrado y sea armónico. Si apuestas por un estilo decorativo concreto te resultará fácil encontrar esos elementos que darán un toque especial a este espacio compartido. Además, al quedar la cocina siempre a la vista te «obligarás» en cierto modo a cuidar los detalles de este lugar para conseguir que quede perfectamente integrado con el resto.
¿Por qué apostar por una cocina integrada?
Hay personas a las que las cocinas abiertas no les terminan de convencer por el tema de los olores, por ejemplo, algo que se soluciona con una buena campana extractora. Considero que las ventajas ganan frente a los posibles inconvenientes, y es que la amplitud visual que proporcionan es innegable, algo que tienes que tener en cuenta sobre todo si tu casa no es excesivamente grande.
Por otro lado, gozarás de una mejor iluminación y podrás trabajar mucho más a gusto, y ambos espacios quedarán comunicados, por lo que las conversaciones entre las dos estancias fluyen muy cómodamente.
Finalmente, no cabe duda de que las cocinas abiertas son estéticamente muy bonitas, tal y como hemos podido comprobar en las imágenes que ilustran esta serie de consejos para diseñar la tuya. ¿Te animas a hacerlo?
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