Los colores tienen influencia directa en nuestro estado de ánimo. Es la psicología del color y en decoración juegan un papel fundamental. Existen muchas formas de emplearlos, y hoy quiero mostrarte varias ideas para crear efectivas combinaciones de tonalidades para que diseñes un hogar donde te sientas cómodo.
La rueda de color puede ayudarte a hacer estas combinaciones; puedes escoger colores análogos (los vecinos) o complementarios (los que están enfrente), por ejemplo. Pero vamos a verlo de manera más práctica a través de propuestas concretas. ¡Dale color a tu casa!
Decoración monocromática
Una primera opción es la de apostar todo a un solo color. No significa que tengas que ponerlo todo de esa tonalidad, paredes, muebles, complementos… Lo puedes usar como base e introducir distintas intensidades dentro de la misma gama, por ejemplo, o usar una base blanca y colocar el resto de objetos en ese color principal. Si el color que eliges es muy intenso siempre le irá bien rebajarlo con algo de blanco o tonos neutros.
Colores análogos
Ya te lo he comentado al principio. Una forma de combinar colores consiste en coger la rueda cromática y jugar con un color y sus tonos vecinos. Esto crea ambientes bastante armónicos y equilibrados, y puedes hacer unas combinaciones muy interesantes. Y te comento lo mismo que antes, si apuestas por las tonalidades intensas un toque de blanco o de neutro irá de maravilla a tu decoración.
Combinación con colores complementarios
Cogemos ahora la rueda de color y nos fijamos en los tonos que se encuentran opuestos, unos enfrente de otros. Son los complementarios y también ofrecen combinaciones de lo más interesantes. Amarillo y morado es una muy efectiva. Recuerda que el Ultra Violet es el color del año 2018 y que queda maravilloso en la decoración. El azul y el naranja también conviven muy bien. Puedes usarlos en paredes y muebles, en muebles y textiles… Es el momento de jugar.
Colores para crear sensaciones
Los colores te pueden ayudar a generar ciertas sensaciones dentro de casa. Por ejemplo, si quieres que visualmente una estancia parezca más grande y luminosa los tonos claros, pasteles, o el blanco, serán tus mejores aliados. Quedan muy bien en habitaciones pequeñas o en pasillos estrechos. Para dar profundidad en una habitación grande puedes pintar una de las paredes en un color fuerte, la del cabecero en el dormitorio o la del sofá en el salón, por ejemplo.
Si la habitación es muy cuadrada puedes pintar dos paredes, enfrentadas, de un color fuerte y dejar las otras dos en un tono claro.
Además, ya sabes que algunos colores se relacionan con ciertas emociones: los verdes y azules favorecen la serenidad; los anaranjados y tonos tierra son cálidos; el rojo, energético; el negro se asocia con la elegancia y el amarillo estimula la creatividad.
Pinceladas de color en los detalles
Un forma de introducir colores en la decoración es a través de los detalles. Los textiles te pueden ayudar a ello. Sobre una base neutra o blanca, por ejemplo, llena de color la estancia colocando cojines, alfombras o cortinas con tonalidades más llamativas que resalten y aporten un toque de alegría.
Busca el equilibrio
Si quieres dar color a tu decoración y te gustan los intensos es posible que te encuentres, de repente, con una estancia algo agobiante e incluso visualmente más pequeña. Para ello es necesario que crees un equilibrio dejando el tono más intenso para una pared, por ejemplo, y algún detalle más pequeño, y usando un tono suave o neutro para el resto. Si la habitación tiene buena iluminación natural los colores fuertes no van a saturar, pero ten cuidado si los empleas en estancias pequeñas.