Me apasionan y, además de dar un aspecto único a cualquier estancia, son una solución perfecta para un espacio reducido. Las estanterías de obra encajan en cualquier estancia y son muy validas para pasillos o zonas de paso donde, un espacio demasiado estrecho no permite poner muebles.
Si estás pensando en realizar obras en casa para ganar espacio o acabas de adquirir un piso de obra nueva pero crees que hay zonas desaprovechadas, prueba a darle amplitud a las estancias con esta idea práctica y muy decorativa.
Una solución versátil
En el salón, en el comedor, en el pasillo o como cabecero de cama, una estantería de obra puede funcionar en cualquier lugar de la casa. Se trata de crear en una pared un hueco y convertirlo en una estantería encastrada.
Siguiendo el perfil de la pared y sin salientes que rompan el transcurso de la misma, las estanterías de obra son ideales para almacenar al tiempo que dan más amplitud. Al no alterar el perfil pero sí generar huecos la sensación espacial se amplía.
Jugar con la luz aumentará aún más la sensación de espacio. Si se añaden unos ojos de buey o una lámpara no demasiado recargada, la luz en el hueco creará profundidad en la pared trabajada provocando una sensación de ensanchamiento del espacio.
Hoy es fácil crear falsas estanterías de obra utilizando el pladur. Al resultar mucho más económico que una obra en yeso o ladrillo, resulta un opción aún más polivalente para agrandar nuestro hogar. Aunque se pueden trabajar los acabados, no hay nada como mantener la tonalidad de la pared y dejar la estantería pulida pero que sea fácilmente identificable como de obra.