Durante bastantes años hemos visto cómo los grandes estampados florales desaparecían paulatinamente de los textiles para decoración, y también de los papeles pintados. Si acaso, podían verse en algunos diseños de estilo más o menos abstracto con líneas esquemáticas y colores intensos. Pero aquellos tapizados y papeles pintados con grandes flores barrocas, en tonos desvaídos y fielmente representadas, parecían destinados al olvido…
Y sin embargo, estas imágenes nos demuestran todo lo contrario. Se pueden decorar los espacios con revestimientos y telas decorados con grandes flores y aún así, conseguir ambientes llenos de estilo y de modernidad.
Tres colores, tres estilos
La foto que abre el post es sin duda mi preferida por la acertada (y al mismo tiempo arriesgada) combinación de estampados. En la misma estancia vemos telas a rayas más estrechas y más anchas, pero desde luego el protagonismo se lo llevan las cortinas, con un motivo de enormes flores moradas y azules sobre fondo blanco. El acierto de esta estancia está en su luminosidad, el predominio del tono blanco y el uso de las flores solo en un lugar: las cortinas.
Esta segunda imagen las flores ya aparecen por doquier. Las cortinas se han realizado con una tela llena de flores de colores en la que predominan los rosas, amarillos y violetas. Los paneles de la pared se han entelado con la misma tela: una forma original de coordinar las superficies. Y un detalle muy atractivo: cada cortina lleva dos piezas, una de flores y otra de rayas.
La tercera opción es también la más austera y sencilla. En una habitación pintada de blanco, las flores aparecen tan solo en los cojines y los cuadros. Si acaso, puede que en algún jarrón… Esta habitación está decorada con muebles pintados en colores empolvados, perfectos para ambientes románticos y que combinan muy bien con los toques florales.
Estos ambientes con flores son preciosos, me encantan esos colores rosas con tonos verdosos. Es una buena idea para decorar y darte un toque más romántico a mi casa de la playa.