Hay varios motivos que nos pueden llevar hasta el tejado de nuestras casas. Limpiar el canalón del edificio, taponar una pequeña grieta o reparar alguna teja son algunos de esos motivos. Acceder hasta la parte más alta de la casa entraña un peligro adicional, por lo que conviene tener en cuenta algunos consejos para evitar sustos.
Para llevar a cabo cualquier labor en cubierta hay que extremar las precauciones. Normalmente se está expuesto a una gran altura y cualquier error puede ser incluso mortal. Con condiciones atmosféricas adversas (lluvia, heladas, granizo o viento) o con las tejas mojadas por lloviznas recientes, no hay que trabajar en el tejado.
El calzado es un elemento muy importante. No se puede ir con cualquier tipo de zapato porque nos podemos ir al suelo fácilmente. Lo ideal es decantarse por unos cuyas suelas sean antideslizantes. Con ello evitaremos resbalones y caídas.
Al tejado se suele acceder mediante una escalera, aunque hay que tener en cuenta que no todos los modelos son válidos. El modelo elegido tiene que incluir un separador en la zona superior. Luego sólo la tenemos que apoyar sobre la pared (nunca en sobre el canalón, pues es más inestable y se puede romper si es de PVC).