Pintar azulejos


Para qué cambiar los azulejos y hacer obras si los podemos pintar. Darle una capa de pintura a los azulejos del baño o de la cocina es una solución económica y sencilla para redecorar determinadas paredes de nuestro hogar. Si los alicatados son poco vistosos, seguro que les sentará bien algo de creatividad. Te aconsejamos que los pintes de varios colores o que incluyas diferentes cenefas para que quede más bonito.

Necesitas un esmalte sintético resistente al agua (especial para azulejos) y un rodillo pequeño de espuma. En esta ocasión no requiere aplicar una capa de imprimación. Recuerda que antes de aplicar la pintura es recomendable hacer una prueba de color en un azulejo que no sea visible. Para escoger el color se debe tener en cuenta las cortinas, los muebles, el color del techo y el tipo de suelo para que la combinación sea original. Los azulejos también se pueden colocar detrás de las puertas, bajo el lavabo o en los espacios entre las baldas, incluso en armarios.

Preparación para pintar la casa


Antes de ponerte con la brocha gorda, debes tener en cuenta algunas cosas. Primero es importante que sepas qué vas a pintar. Dependiendo de la superficie de la pared, calcularemos la cantidad de pintura necesaria, color y tipo de pintura. Luego deberás comprobar que la superficie esté limpia de impurezas y, si fuera necesario, la debes alisar.

Las pinturas acrílicas un recubrimiento opaco con acabado mate o satinado. Además son de fácil aplicación y de rápido secado. Por lo que resultan ideales para utilizar en obras, recintos cerrados como salones, dormitorios, comedores y oficinas.

Por otro lado, las pinturas con esmalte o de aceite también proporcionan un recubrimiento opaco y se pueden aplicar tanto en interiores como en exteriores y en todo tipo de paredes. Se pueden lavar, tienen una alta resistencia a la abrasión o corrosión y se suelen usar en baños, cocinas, fachadas, madera y paredes de metal.

La elección del color es fundamental en el proceso de pintado. Para que la pintura no se deteriore con el paso del tiempo, debemos tener en cuenta que en exteriores es aconsejable utilizar colores firmes, resistentes al sol y a los cambios del clima. Por el contrario, en interiores lo recomendable es aplicar tonalidades claras que potencien la iluminación en los ambientes.

Para pintar una pared, no basta con la pintura, necesitarás pinceles, rodillos, aplicadores o sopletes. Cada uno sirve para una función específica en el momento de pintar. Los pinceles de cerdas naturales se emplean para pinturas al aceite, esmaltes o barnices en superficies lisas y reducidas. Un buen pincel debe retener la cantidad necesaria de pintura, evitar el goteo, esparcir la pintura uniformemente y no debe marcar las cerdas.

Los rodillos son perfectos para superficies grandes porque brindan un mayor avance y uniformidad, suelen ser de lana natural (exteriores) y de lana sintética (interiores). Los aplicadores planos van con almohadillas y consiguen un muy buen acabado ya que evita salpicaduras. Mientras que el soplete se utiliza para cubrir grandes espacios de forma rápida y uniforme, además de permitir llegar a rincones de difícil pintado.

Colores metalizados


Los colores metalizados están cada vez más de moda. Son una alternativa a los colores clásicos y mantienen esa misma sensación de amplitud que crean colores como el blanco. Sólo hay que ser un poco atrevido para decantarse por ellos a la hora de pintar las paredes y techos de interior que le cambiarán la cara a tu hogar.

En estos momentos puedes adquirir colores metalizados en cualquier tienda que se precie, no es complicado encontrarlos. La gran gama de colores ofertada hace que hoy en día sea una de las peticiones con más éxito para los fabricantes. Estos colores metalizados aportarán un toque de elegancia y singularidad a tu hogar.


La combinación con el mobiliario suele ser casi perfecta, por lo que no tienes que preocuparte por ello, a no ser que tengas un mobiliario muy colorido.

Guardar y conservar pintura


Cuando guardamos botes de pintura durante mucho tiempo, seguramente si no los utilizamos frecuentemente se puede crear una capa líquida en la parte superior. Sucede debido a la densidad, puesto que las partículas de mayor peso tienden a depositarse en el fondo. Por eso, antes de volver a pintar, es necesario colar la pintura y eliminar los restos de suciedad o líquido seco. Si no lo hacemos, podemos acabar deteriorando la superficie que queremos pintar.

Para conseguir un resultado impecable, tanto la calidad del producto como su aplicación o mantenimiento son importantes. Con el fin de devolver a la pintura su textura original, deberás tener un filtro específico que separe la impurezas en un recipiente limpio. Siempre que estrenes bote nuevo o usado, es importante remover la pintura para que tenga una textura homogénea, para ello realiza movimientos circulares desde la parte inferior del bote con una herramienta limpia para no modificar la pintura.

Eliminar el olor a pintura


Siempre es agradable darle otro aspecto a una habitación, sin embargo en ocasiones el olor que desprende la pintura puede ser muy molesto. Te contamos cinco trucos para eliminar o por lo menos neutralizar el olor a recién pintado:

1. Coloca un recipiente lleno de agua en el centro del especio para que absorba ese olor tan característico.
2. Si deseas eliminar el fuerte olor a pintura, pon cerca de la pared pintada varios vasos que contengan una mezcla de agua con vinagre o amoniaco.
3. Corta en rodajas una cebolla y déjala en medio de la habitación.
4. El olor puede evitarse agregando un poco de extracto de vainilla u otros aromas a la misma pintura, antes de pintar la pared.
5. Utiliza pinturas ecológicas, son más fáciles de limpiar y desprenden menos olor que las tradicionales.

Paredes de color gris


El color gris vuelve a estar de moda en la decoración de interiores, principalmente porque es un color base muy combinable con otros colores o ambientes. Podemos pintar nuestras paredes en tonalidades grises claritas o oscuras. Además, es un color que se adapta a cualquier estilo clásico tradicional o bien para un diseño más moderno y vanguardista.


El gris es un color que puede quedar muy bonito en salones muy bien iluminados porque hace resaltar los objetos más claros y da un aire simple a la decoración. No tiene porque ser un color aburrido o clásico si de le damos un toque especial. Podemos buscar todo tipo de contrastes modernos, incluso juveniles. El gris es un color muy empleado especialmente en baños ya que proporciona una sensación de tranquilidad y calma visual.

Pintar superficies metálicas


Las superficies de metal suelen tener presencia de óxido, debido a la humedad en contacto con el oxígeno, eso dificulta su recuperación de la barandilla o valla metálica, pero no es imposible. Antes de pintar es necesario limpiar ese óxido, para ello primero hay que raspar la superficie con papel de lija o un estropajo metálico. Finalmente, con un trapo humedecido en aguarrás podrás eliminar por completo todos los restos de óxido de la superficie.

Si el metal contiene pintura vieja en mal estado, la podemos eliminar con un cepillo de alambre, una lijadora o decapantes químicos. Además, se recomienda lavar con un detergente para eliminar los restos de polvo y suciedad. También es imprescindible eliminar la grasa que se haya acumulado, ya que si no se hace se reduce la adherencia de la nueva pintura.

Una vez termines con todo el proceso, ya puedes darle una o dos capas de pintura. Conseguirás unos resultados perfectos y una superficie metálica impecable. Recomendación final: el aluminio es el metal más resistente para exteriores.

Colores para pintar (tonalidades)


Para combinar correctamente las diferentes tonalidades de colores para pintar las paredes de una vivienda es necesario conocer las características de cada estancia. La iluminación puede hacer que el color se muestre de una forma u otra, así como la cantidad de claridad u oscuridad que hay en una habitación. Por lo tanto, antes de escoger los tonos que deseamos para pintar, es recomendable conocer las particularidades de espacio de nuestra casa.

Los colores claros aportan luminosidad porque reflejan la luz que reciben y crean una sensación de amplitud visual. Mientras que los colores más oscuros absorben gran parte de luz y estrechan la estancia. Por lo tanto, es buena opción pintar los espacios pequeños de colores claritos y los más grandes que tengan ventanas exteriores, los podemos pintar de colores más oscuros.

Normalmente, los colores fríos se emplean en habitaciones soleadas, ya que son refrescantes y crean una sensación de calma, tranquilidad y relax. Por otro lado, los colores más cálidos, como amarillos o rojos, sirven más para decorar estancias que tengan un mobiliario que combine con esos colores.

Como comentábamos, la luz influye en las tonalidades finales de cada color. Por ejemplo, la luz solar aporta un tono rojizo a la pintura y suaviza los colores fríos. A diferencia de la luz eléctrica, artificial o de bombilla que crea un efecto gris en los tonos cálidos.

Pintar puertas

Las puertas no tienen porque ser aburridas y sosas. Podemos mejorar el aspecto de una puerta algo deteriorada o simplemente aplicarle una capa de pintura para que sea más moderna. Para realizar este trabajo, lo más recomendado es el uso de la brocha, con la que es posible conseguir unos resultados casi perfectos. La pintura puede solucionar los desperfectos o las manchas que tenga la puerta, además la podemos pintar con colores que combinen con el resto de la decoración del espacio.

Pasos para pintar una puerta fácilmente:
Primero lija todas las irregularidades de la puerta y elimina las viejas capas de pintura.
A continuación, compra una pintura resistente del tipo esmalte o laca.
Pinta la superficie de la puerta con una brocha plana.
Evita no salirte de los límites, pinta siempre en la misma dirección y cuando se seque, aplica una nueva capa de pintura para un resultado óptimo.

Te damos algunos ejemplos:

Pintura para fachadas


Para pintar las fachadas no se puede utilizar una pintura cualquiera, la porosidad de la pared y la presencia de humedad suele favorecer la aparición de grietas que acaban causando humedades dentro del hogar.

A causa de su exposición a la intemperie, las fachadas pierden su resistencia con mayor facilidad que otras superficies. La acción directa de los rayos del sol, las lluvias o fuertes vientos o la misma contaminación ambiental provoca que la pintura se desprenda y las paredes se ensucien o estropeen más rápidamente. Por eso es muy importante elegir pinturas adecuadas, con propiedades impermeabilizantes y resistencia de color.

La gama de colores para los revestimientos de fachadas es tan amplia como las pinturas para interior. Desde tonalidades más claras como el blanco, hasta colores más atrevidos como el rojo o el azul. Entre los acabados destacan los satinados, brillo, mate o texturizados.

El principal componente que debe contener este tipo de pinturas es la resina acrílica o vinílica, un elemento esencial para que aumente la duración de la pintura en buen estado. Suelen ser pinturas que soportan perfectamente los cambios de temperatura y evitan la aparición de moho y suciedad.