Pintar es una de las actividades más creativas que existen, entre otras cosas porque podemos elegir entre una amplia gama de colores. En la decoración debes escoger el que más se adapte al estilo de la habitación. Por ejemplo, si quieres un espacio bien iluminado, la mejor elección son los colores cálidos y brillantes, ya que permiten mantener la luz natural que pueda entrar por las ventanas. A continuación te daremos ideas de colores para pintar que son las tendencias de moda en diseño de interiores. Otra posibilidad es pintar muebles según el color que escojas para la pared.
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Pinturas Bruguer Amplitude para ganar espacio
Pinturas Bruguer dispone de una enorme variedad de colores y diferentes tonalidades de pintura, cuyo objetivo va más allá de poner color a una estancia, sino también permite decorarla a nuestro gusto. Eso se consigue gracias a pinturas de acabado plástico o metalizado, murales decorativos y una gama muy completa de colores con matices.
Pero lo realmente fascinante es la nueva colección de pinturas Amplitude, una innovación muy interesante para todos aquellos que tenemos una casa de dimensiones reducidas. Y es que los colores de estas pinturas Bruguer, reflejan hasta el doble de luz, creando una sensación de espacios más amplios y abiertos.
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Pintura para baldosas
Si quieres darle un aire nuevo a tu cocina o tu baño sin tener que hacer obras, existe una alternativa mucho más cómoda, más limpia y más económica: la pintura para baldosas. Existen en el mercado diferentes marcas de este tipo de pintura que son esmaltes sintéticos y permiten cambiar el color de los azulejos. Olvídate de las obras y de los escombros, con estas pinturas puedes cambiar los colores de tu baño o de tu cocina tú mismo.
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Cómo hacer pintura al vinagre
La pintura al vinagre es una técnica decorativa bastante antigua, pero muy sencilla de aplicar y que permite decorar las superficies creando vistosas texturas acuosas tanto en paredes como en muebles. La pintura al vinagre se consigue tras mezclar: 100 centímetros cúbicos de vinagre, cinco gramos de azúcar y una pequeña cantidad de lavavajillas. Estas medidas pueden ser diferentes pero siempre deben ser proporcionales para obtener la pintura correcta.
A continuación agitamos bien la mezcla, separamos una parte de la combinación y añadimos un pigmento del color que deseamos decorar. Volvemos a remover, intentando que no queden grumos y que el color obtenido quede uniforme, se añade esta segunda mezcla al preparado anterior.
Antes de comenzar a pintar, aplicamos sobre la superficie unas manos de esmalte sintético satinado en tono clarito. Cuando se seque, lo pulimos y alisamos con una lija, frotamos toda la zona con vinagre puro. Finalmente, ya solo nos queda pintar el mueble o pared con la mezcla de vinagre y pintura. Para conseguir un buen resultado, pasamos la brocha en una misma dirección para que se impregne de forma más recta.
Por otro lado, si deseas obtener texturas variadas o con relieves, mientras la pintura está fresca, podemos utilizar pinceles de distinto grosor para crear todo tipo de efectos. Cuando la superficie esté seca, aplicamos dos manos de barniz sintético en formato de aerosol.
Pintura aromática
Normalmente cuando se pinta una estancia hay que empezar a abrir ventanas para que la peste se escape lo antes posible. Es lo más habitual en las pinturas, productos que quedan muy bien en nuestras paredes y que dejan huella, pero que también nos regalan unos cuantos días de olores fuertes y, en la mayoría de ocasiones, desagradables.
Afortunadamente ya existen pinturas ecológicas capaces de reducir esos olores tan insoportables. Sin embargo, hoy os queremos hablar de un tipo de pintura plástica que huele de maravilla. Es aromática y el color se relaciona con su olor. Así, la amarilla huele a plátano o a limón, la verde a menta, la rosa a fresa, la naranja a melocotón…
Tienen un bajo nivel de toxicidad asociado y pueden aplicarse sobre paredes, techos y todo tipo de superficies como el yeso, el cemento o el pladur. Se puede lavar y mantiene su olor durante días, pero lógicamente poco a poco se va perdiendo el aroma. Está muy recomendada para bares, restaurantes, tiendas, oficinas, escuelas, centros comerciales…
Salones en color marrón café
El color marrón café vuelve a estar de moda para la decoración 30 años después de que fuera un éxito rotundo. En la década de los 80 muchos fueron los hogares que se decantaron por este color tan peculiar para que sus salones lucieran espectaculares.
Hoy en día podemos ver que la misma tendencia se sigue con algunos cambios poco importantes. El color se ha adaptado a los nuevos diseños, a las nuevas líneas que se crean para los más jóvenes. Lo podemos ver en cojines, sofás, muebles, alfombras, mesas auxiliares… Combinado con el vidrio queda muy bien y puede darle un toque de glamour a tu estancia. Olvida eso de que el marrón café es un color antiguo, recuerda que lo retro vuelve.
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El blanco para las paredes
Por todos es bien sabido que el blanco es uno de los colores que más se utilizan en la decoración, y no por casualidad. Refleja mejor tanto la luz tanto natural como la artificial, aportando mayor luminosidad y amplitud a cualquier estancia. Es ideal para paredes, aunque es especialmente sucio para habitaciones infantiles, pues tampoco hay que olvidar que es un color que se ensucia con mucha facilidad.
El blanco es natural y alegre y se puede combinar con un sinfín de tonalidades. Es un excelente contrapunto a la decoración circundante y hace que los espacios más pequeños parezcan más grandes. Pese a que mucha gente ha decidido relegarlo a un segundo plano, sigue siendo una de las opciones más acertadas para lograr una decoración moderna. De hecho, no hay que olvidar que el estilo minimalista se apoya principalmente en ese color.
Se puede mostrar plano o con estucado, con más o menos intensidad. Además, se pueden añadir vinilos negros o de colores que pueden quedar muy bien siempre y cuando no se recargue demasiado la estancia.
Paredes mucho más bonitas
La pintura es sin duda la forma más común de darle vida a las paredes de nuestra casa. Un cambio de tonalidad en las superficies ayuda a agrandar el espacio, brindarle más luz, más profundidad, separar mejor los ambientes, destacar determinados objetos, decorar con un estilo más definido, crear un aspecto clásico o vanguardista a una estancia, hacerla neutra o acogedora y decorarla con mucho más gusto.
Dependiendo de nuestro objetivo, elegiremos unos colores u otros para las paredes de nuestro hogar. Lo más recomendable es no arriesgar y pintarlas de blanco o de otras tonalidades neutras, ya que permiten agrandar visualmente el espacio y reflejan luminosidad natural. Sin embargo, en el mercado podemos encontrar infinidad de colores que pueden ser combinados de muchas formas para decorar con éxito las estancias.
Debemos saber que los tonos amarillos, rojizos y terracotas aportan calidez, creando un lugar acogedor. Mientras que los verdes y azules, dan una sensación más fría y distante a la habitación, aunque también contagian alegría. Todos ellos, combinados con otros colores similares o con el blanco, crearán un contraste sorprendente y francamente agradable.
Renovar el salón o cualquier habitación resulta muy sencillo gracias a la pintura. Un toque de color dará alegría a la estancia, especialmente si también aprovechamos para pintar techos, paredes y muebles de colores más suaves como el blanco. No obstante, si deseamos obtener un mayor contraste podemos pintar una de las paredes de un color vivo o fuerte como el verde, rojo o amarillo.
En la zona de descanso por excelencia como puede ser es el dormitorio, deberemos procurar pintar con tonos relajantes, que nos transmitan serenidad. En estos casos, son ideales los tonos pastel o los cálidos como amarillos. Una buena idea original es pintar tan sólo una de las paredes, de otro color más intenso como un lila para generar contrastes. En esta estancia también nos darán mucho juego los textiles tanto de las camas como de las cortinas.
Finalmente, si queremos renovar el baño y no disponemos de mucho presupuesto podemos optar por pintar o cambiar los azulejos con un color algo más atrevido, que aporte un toque fresco a la estancia. Para ello deberemos usar un tipo de pintura resistente a la hujedad. Al mismo tiempo, podemos aprovechar para reparar los azulejos que se h ayan podido resquebrajar. El techo o los muebles los podemos mejorar con un toque de pintura o un barniz más oscuro.
Pasos para pintar una habitación
Si deseas pintar una habitación como un profesional para darle otro aire en la decoración sigue estos consejos. Lo primero hay que retirar todos los muebles que podamos, los más grandes se deben cubrir con mucho cuidado con un plástico para que no se manchen de pintura. También hay que retirar los objetos colgados en la pared como repisas e incluso las tapas de los interruptores y tomas corrientes, para mayor seguridad cortar la luz cuando se realice esa tarea. Por último retirar todas las puertas, ventanas y bisagras de las mismas si con extraíbles.
Luego procedemos a preparar la superficie a pintar. Verificamos el estado de las paredes y techo, si la superficie esta firme y limpia se podrá pintar directamente. En caso contrario, si está agrietada o se levanta fácilmente, deberemos retirar ese material con la ayuda de una espátula, emparejar con pasta y lijar para alisar los bordes. Para terminar debemos sacar el polvo suelto sobre las paredes con un cepillo. Si la pared es muy porosa hay que aplicar una mano de sellador o fijador mezclado con un poco de la pintura a usar para que sirva como imprimación o base.
A continuación, taparemos todo lo que no queremos que se pinte. Deberemos definir exactamente hasta donde debe llegar la pintura, para ello usaremos la cinta de papel específica para pintores. Esta cinta tiene la peculiaridad de poseer un adhesivo que no levanta la pintura y al retirarla no es pegajosa. Hay que cubrir por ejemplo los marcos de las ventanas, de las puertas y del armario si esta empotrado, etc. En caso de querer pintar las paredes de dos colores debemos esperar que el primer color seque para luego delimitar con la cinta y pintar con el segundo color. La cinta de enmascarar sería ideal retirarla cuando están húmedas con la pintura de la última mano.
Vamos a preparar la pintura, si el bote está empezado es probable que la pintura tenga una película en su parte superior, esta debe ser retirada con cuidado cortando el borde sin dejar que ningún pedazo caiga al fondo. Luego, mezclar bien la pintura antes de usar con movimientos circulares hasta que la pintura se vea homogénea y de un color uniforme.
Cuando tengamos la pintura lista, comenzaremos a pintar. Primero comenzaremos por el techo con todas las manos que sean necesarias. Si la pintura es de calidad una o dos manos serán suficiente. Los ángulos y las zonas más próximas a las paredes se pintan primero con brocha. Para pintar el techo lo mejor es usar un rodillo con un mango extensible para aplicar parado desde el suelo, así no tener que subir escaleras. El rodillo se impregna de pintura y se lo hace rodar por la superficie para extender una fina capa de pintura.
Luego procederemos con las paredes pintado de arriba hacia abajo tomando franjas verticales del ancho de dos rodillos uniendo las franjas con pasadas inclinadas antes de volver a mojar el rodillo para obtener un acabado perfecto. También te recomendamos usar bandejas de pintor en donde se puede cargar y escurrir el rodillo para controlar mejor la cantidad de pintura que aplicaremos.
Cómo eliminar pintura vieja
Con el paso del tiempo o por los cambios de temperatura la pintura de una pared se desconcha y agrieta, entonces es el momento de renovarla. Antes de empezar a pintar encima de ella, debemos asegurarnos que el agarre de la nueva sea óptimo, para ello es fundamental retirar las partes deterioradas. La naturaleza de la pared determinará el procedimiento que se debe seguir. Por ejemplo, si la pared es de yeso, la técnica más efectiva consiste en pulir la superficie con una lija de grano fino. En este tipo de paredes, las grietas y fisuras que aparecen también deben solucionarse antes de pintar la estancia: para ello aplicaremos con una espátula un producto sellador, dejamos endurecer y lijar de nuevo para unificar el relieve de la superficie.
En el caso de que la pared o superficie sea de metal o de madera, lo ideal es optar por una solución química que nos ayude a retirar la pintura vieja. El más utilizado es el decapante, un producto de composición cáustica que quema y destruye los materiales. Se puede comprar en formato líquido, destinado sólo para superficies horizontales, y en gel, para utilizar en planos verticales. En cualquier caso, debes saber que este producto es altamente tóxico y por lo tanto exige ciertas medidas de seguridad para su aplicación. El lugar de trabajo debe estar ventilado. Las gafas protectoras, la mascarillas y los guantes de goma son imprescindibles.
Para finalizar la preparación previa, es recomendable aplicar una capa de pintura selladora sobre la superficie. Este proceso se conoce como imprimación, su finalidad es tapar los restos de imperfecciones, proteger la superficie y mejorar el agarre del nuevo acabado. Su proceso de aplicación es similar al de la pintura y cuando esté seco, ya podemos pintar de nuevo toda la pared.