Las casas con estilo industrial se pusieron de moda gracias a los llamados «lofts» neoyorquinos. El concepto viene de grandes espacios conseguidos a partir de fábricas o naves abandonadas. Al dejar su actividad industril, estos lugares se adaptaban a viviendas. Muchas veces se dejaban objetos de la obra o elementos de la fábrica y eso creó una auténtica moda que con los años se reinventa. El estilo industrial es un estilo que no pasa de moda y le dará a tu casa un toque chic y urbano.
Lo primero que tienes que tener en cuenta a la hora de darle un toque industrial es pensar que estás dentro de una fabrica (sólo que con las comodidades de una casa). En primer lugar los materiales que utilices han de ser los típicos de los lugares industriales: ladrillo, piedra, cristal, hierro… Un suelo de cemento pulido irá perfecto. Olvídate de poner muchos adornos y cortinas rococó, el estilo industrial es minimalista. Recuerda: menos es más. En este tipo de casa prima sobre todo la funcionalidad.
Los muebles que le van bien a este estilo de casas son muebles grandes, de oficina: unas taquillas metálicas de Ikea, por ejemplo. En la Maisons du Monde también tienen piezas industriales muy originales hechas en hierro y otros materiales (en la imagen). Otra solución es buscar muebles de este tipo en una feria de almoneda o encargarlo directamente en un taller de cerrajería, pero estas son opciones más caras. Una cosa que siempre funciona es estar «ojo avizor» a las oficinas del barrio, seguro que alguna cierra o hacen renovación de muebles. Pregúntales que van a hacer con los que ya no quieren, igual consigues alguno interesante. Y si no lo es, puedes customizarlo a tu gusto, por ejemplo con una mano de pintura.
Otra idea para dar a tu casa un toque industrial es darle un aire de la calle, que parezca que en lugar de estar entre cuatro paredes, estás en las calles del Bronx. Para ello puedes poner por ejemplo un panel de los que simulan ladrillo y pintar un grafitti encima, o pegar carteles, etc. Este estilo es muy original y moderno, pero en ocasiones puede resultar un poco frío, si le das tu aire personal seguro que consigues que sea confortable.