Una original forma de hacer un centro de mesa es preparar un arreglo floral con flores secas. Lo primero que necesitarás son las flores secas, las puedes comprar o secarlas con alguna técnica. Luego necesitarás elegir un recipiente donde colocarlas, deberás tener en cuenta tus gustos, espacio disponible y estilo decorativo. Cualquier jarrón de cristal, cesta de mimbre, cuenco de madera, salsera metálica o maceta de barro será apropiado para colocar tus flores. Otro consejo es llevar el florero con espuma verde que venden en las floristerías, donde pincharás sobre ella los tallos. Si el recipiente es traslúcido puedes colocar piedras decorativas dentro del jarrón.
Luego ya nos ponemos a preparar el arreglo floral, necesitarás unas tijeras de podar, alambres, así como el recipiente elegido para introducir las flores secas. Decide qué tipo de arreglo floral vas a realizar: triangular, redondo, ovalado o en escalera. Sigue algún esquema de colores sencillos: arreglos anaranjados, verdes, amarillos, blancos… o la combinación de algunos, pero es mejor no mezclar muchos colores.
Por otro lado, evita utilizar demasiadas flores dominantes, que visualmente destaquen demasiado y reduzcan la visibilidad o el espacio de la estancia. Te recomendamos emplear material de relleno como líquenes o hojas verdes que son menos llamativos y deja las flores dominantes para el centro del arreglo, dándoles el protagonismo que se merecen.
Luego coloca las flores más pequeñas en la zona alta del arreglo y las más grandes en las partes inferiores o laterales, siempre intentando seguir una forma en su conjunto. También es importante que el arreglo tenga una proporción correcta en relación con el recipiente o base del mismo.
Comienza introduciendo las especies más grandes, como los helechos, hojas amplias o las flores más sobresalientes, y ve rellenando los huecos con las medianas y por último las pequeñas. Recuerda mantener las proporciones: no pongas en un lado las flores más grandes y en el otro las pequeñas, busca una cierta simetría en la composición.
En caso necesario, utiliza el alambre para dar rigidez a aquellas ramas finas que no se sostienen por sí mismas, así conseguirás mantener el ramo en perfectas condiciones por más tiempo. Por último, da rienda suelta a tu imaginación y recurre a otros recursos naturales como piñas, cocos, conchas, maderas, vainas, velas…que le den originalidad al arreglo floral.