Los principiantes siempre necesitan una ayudita extra a la hora de acondicionar su hogar. Puede que te equivoques a la hora de elegir los muebles de una estancia, pero en lo que no se permite fallar nunca es en la pintura de una habitación. Y es que cuando se entra en una estancia lo primero que se mira siempre son las paredes.
Esta tarea, que realmente es más simple de lo que imaginas, se puede volver un poco complicada si no sabes con exactitud el protocolo a seguir. Por eso, a continuación te detallamos algunos de los detalles a evitar al pintar tu casa.
No limpiar primero
La falta de iluminación de una habitación es la causante de que se cometa el primer error, que es pensar que la zona de trabajo está limpia. Solo te darás cuenta de esto una vez hayas terminado de pintar. Por eso antes de comenzar, pasa por la pared un trapo blanco con agua y jabón. Te evitarás algún que otro disgusto.
Si no usas una base de pintura después tendrás que echar capas y capas en la pared. Con el consiguiente malgaste de tiempo y de dinero.
Imaginamos que sabrás que entre capa y capa de pintura hay que esperar un tiempo reglamentario de tres horas para que ésta se seque por completo. En este sentido, recuerda que es mejor que escojas un día seco y soleado para pintar a uno húmedo para que la pintura tarde poco tiempo en secarse.
Resultados profesionales
Si optas por conseguir un resultado profesional piensa como tal. Antes de pintar deberás cubrir el suelo y los muebles para no salpicarlos y lo mismo tendrás que hacer con las chapas de los interruptores. Las chapuzas las puede hacer cualquiera, pero recuerda que el objetivo es que la habitación quede lo mejor posible.