Se recomienda eliminar el aire de las tuberías para un buen funcionamiento, para ello es preciso purgar los grifos para que la presión arrastre el aire y dar salida a las posibles impurezas que puedan darse en su interior. Este problema suele ser muy común cuando el agua de un hogar se corta durante un periodo largo de tiempo, entonces se origina un problema bastante molesto: las tuberías se llenan de aire.
Los síntomas son evidentes cuando abrimos un grifo y se traducen en ruidos extraños, y en ocasiones sale agua turbia, incluso con sedimentos. Para reducir estas molestias, la solución es purgar el aire atrapado en las tuberías y eliminar por completo los sedimentos acumulados. Al regresar a casa o después de que el agua permanezca cortada durante un tiempo prolongado, es posible que alguna de las tuberías emita sonidos que no son normales.
Las causantes de este problema siempre son las bolsas o burbujas de aire que quedan atrapadas en su interior. Además, el agua también pierde calidad y suele tener mal gusto. Al abrir o cerrar la grifería, arrastra sedimentos, suciedad y herrumbre que se depositaron en el interior de los tubos durante el tiempo de inactividad en las cañerías.
Habitualmente el problema se soluciona en dejar correr el agua durante unos minutos, en uno o varios grifos. La misma agua se puede encargar de la limpieza. En ocasiones es suficiente aumentar la presión del agua para desplazar el aire acumulado. El aire también es frecuente en los radiadores, cuando el agua que circula por el circuito de la calefacción emite ruidos, pero se soluciona accediendo a una válvula o purgador.