Si vas a poner una piscina en tu jardín seguro que cuando empieces a ver catálogos verás un montón de formas, cada una de ellas perfecta para según qué terreno y donde también influye el uso que le vayas a dar. Una de las cosas más importantes que debes tener en cuenta a la hora de escoger la forma de la piscina son las líneas rectas, ya que así el interior de la piscina será siempre más aprovechable. Esto no quiere decir que la piscina tenga que ser siempre rectangular o cuadrada, pues combinando curvas y líneas rectas podemos trazar también muchas formas.
También se puede jugar con los accesorios. Por ejemplo, puedes poner una piscina rectangular con una escalera adosada cuadrada en uno de los laterales daría como resultado final una “L” y de este modo cambiando de posición la escalera tendríamos un amplio abanico de posibilidades. El decidir qué forma quieres de piscina, dependerá de dónde vas a colocarla en el jardín. Hay varias formas de piscinas:
– Piscinas de formas geométricas: rectangulares, cuadradas, pentagonales, circulares, doble circulares, ovales, etc.
– Piscinas en forma de L.
– Piscinas de forma riñón.
– Piscinas clásicas (con pasos románicos en un arco de un extremo).
– Piscina de forma libre, diseñada a tu deseo e imaginación.
Para las formas rectangulares existe una proporción sugerida y la misma corresponde a que el largo sea dos veces el ancho de la misma, ya que este tipo de piscinas suele ponerse en casos en los que la natación se va a practicar de forma continuada. Cuando se trata de piscinas con formas libres u orgánicas, hay una gran variedad de diseños de donde elegir, lo que muchas veces dificulta el diseño y su adaptación al espacio. En cuanto a los materiales, pueden ser construir de hormigón, ser prefabricadas o elaboradas de paneles.
Son comunes también las piscinas con formas de riñón y de formas curvas. A partir de los 50 metros cuadrados quedan muy bien pero si son de menor tamaño no son recomendables, pues se desperdicia gran parte de su espacio. Además se debe tener presente que construir una piscina de formas curvas, tiene un precio mayor de aproximadamente un 5% de incremento con relación al presupuesto de una piscina rectangular con las mismas dimensiones.