Cuando se tienen niños, normalmente supone un quebradero de cabeza para los padres decorarles el dormitorio infantil. Si es un niño se tiende a pintar la habitación de azul y si es una niña, de rosa. Si bien, el azul, por sus propiedades calmantes y tranquilizadoras, ha ido ganando poco a poco terreno al rosa y se ha impuesto como color predominante a la hora de decorar un dormitorio infantil. En el siguiente artículo de Decorablog te vamos a dar las claves de por qué el azul es uno de los colores más empleados cuando se trata de un dormitorio.
Como sabrás, el azul es un color que transmite calma, tranquilidad y serenidad. Es un tono frío que relaja, por lo que está asociado al reposo. De ahí que sea el color más empleado para decorar hospitales, centros escolares y los dormitorios en el hogar.
Tonalidades fuertes para los niños
A los niños les encantan los colores fuertes y vivos, por lo que si estás pensando en decorar de este color su dormitorio, escoge aquellas tonalidades que sean más fuertes. Seguro que acertarás. El color azul permite recrear escenas y dibujos muy interesantes en los que el mar o el cielo esté presente. Esto es idóneo cuando hablamos de una habitación cuyas paredes están adornadas con dibujos.
No obstante, el color azul intenso conviene utilizarlo en zonas o espacios reducidos, como puede ser en la cenefa de la pared, en vinilos decorativos, en la silla del escritorio o en los cojines que se coloquen en la cama. De lo contrario, este color daría a la habitación un aspecto tan frío que no se parecería a las estancias alegres que han de tener los niños.
Una buena opción es decorar la habitación con distintas tonalidades de azul para crear un mayor contraste. Y si aprovechas las telas lisas con las paredes estucadas o pones ropa de cama de rayas, el resultado será espectacular.