La domótica es una excelente opción para mejorar la protección de la vivienda y la seguridad de quienes viven en ella, además de que, según te hemos explicado anteriormente, todas las operaciones que se quieran llevar a cabo con la domótica pueden realizarse mediante un control remoto que puede organizar y controlar todo tu hogar. La domótica para proteger tu vivienda tiene como principales características la detección de un posible intruso, la simulación de presencia, detección de fugas de gas o escapes de agua, detección de incendios y cierre de persianas puntual y seguro.
Las instalaciones domóticas se pueden realizar tanto en viviendas de nueva construcción como en viviendas reformadas, y para ello se colocan una serie de cables especiales que se encargarán de transmitir toda la información necesaria a los distintos elementos del sistema, que pueden ser sensores o actuadores. Los sensores se utilizan para saber el estado de algunos parámetros, como la temperatura o la existencia de un escape de agua o gas. Hay varios tipos, cada uno de los cuales para una misión en concreto, entre los que se destaca:
– Termostato de ambiente: mide la temperatura de la estancia y permite la modificación de determinados parámetros si así lo ha configurado el usuario.
– Sonda de humedad: su misión es detectar posibles escapes de agua en sitios propensos como los cuartos de baño o la cocina.
– Detector de fugas de gas.
– Detector de humo y/o fuego.
– Sensor de presencia, para detectar intrusos en la vivienda.
En cuanto a los actuadores, son elementos que se utilizan para modificar el estado de ciertos equipos o instalaciones y prevenir así un daño en la vivienda. Los principales son:
– Electroválvulas de corte de suministro de agua y gas.
– Sirenas para avisar de alarmas en curso.
– Contactores para la base de los enchufes.
– Válvulas para la zonificación de la calefacción por agua caliente.