Los cactus son uno de mis elementos decorativos favoritos. En todas sus versiones. Como planta, por supuesto, y también con otro tipo de objetos que tengan su forma o un estampado alusivo. En este caso quiero enseñarte una manualidad chulísima creada por Elsie Larson para el blog A Beautiful Mess, con fotografías de Collin DuPree. Se trata de fabricar un cactus luminoso que puedes poner en tu salón, en el dormitorio, en el recibidor o donde más te apetezca.
Es una manualidad parecida a aquella que hicimos un día con forma de flamenco, ¿te acuerdas? Pues esta, ahora, será un cactus gigante lleno de luz y muy decorativo. El proceso es similar aunque no exactamente igual. Pero ya me dejo de tantas palabras y vamos al lío, que es lo que interesa…
Los materiales que vas a necesitar
Para hacer este cactus de luz necesitarás:
– Una tabla de madera fina de contrachapado de algo más de un metro de larga por unos 60 centímetros de ancha. Si vas a hacer varios, emplearás más paneles.
– Un taladro con varias brocas.
– Una sierra.
– Una guirnalda de luces.
– Pintura para madera.
– Alambre.
– Pegamento.
– Lija.
– Cinta de doble cara.
Comenzamos a preparar nuestro cactus de luz
Lo primero que vas a hacer será marcar con un lápiz la forma que quieres que tenga tu cactus. En este caso ha hecho uno grande, el principal, y después ha creado otros más pequeños, con otra forma. Cuando tengas claro el diseño, corta la madera y lija los bordes para que no queden ásperos. Si vas a colgar el cactus en la pared puedes poner unas clavijas en la parte superior para que fijarlos después. Si los vas a dejar apoyados no hará falta.
Los agujeros
A continuación, toca agujerear tus cactus. El tamaño de los agujeros dependerá de cómo sean las bombillas que has escogido. Que pasen bien pero que tampoco queden flojas porque se pueden caer hacia el otro lado. Si ves que quedan astillas, de nuevo, pasa la lija para que el acabado sea perfecto.
Pintar
Ahora es el momento de personalizar al máximo tu creación. Pinta la madera del color que más te guste. Aquí han usado una base blanca y han delineado la silueta con una gruesa línea negra, lo que le da una apariencia casi de cómic. Puedes hacerlo como prefieras, de un color, de varios, con un diseño geométrico… Imaginación al poder.
Colocar las luces
Una vez la pintura esté seca toca poner la guirnalda de luces por la parte trasera de tu cactus. Puedes ir sujetando el cable con cinta adhesiva para que no se desmande en exceso. Según cómo coloques tus cactus, si haces varios como en este ejemplo, tendrás que dejar el cable lo más disimulado posible entre una pieza y otra. Sujeta también con la cinta de doble cara la carcasa de las pilas para que no quede colgando ni a la vista.
¿Dónde colocar tu cactus luminoso?
Ha llegado el momento de la verdad: enciende tu cactus de luz y ponlo donde más te guste. A mí me encanta cómo queda en el recibidor, por ejemplo, apoyado en el suelo o en una estantería. También lo puedes poner en el salón, también en alguna repisa o directamente en el suelo. O incluso en el dormitorio. Escoge una pintura de un color que contraste o combine con los que tienes en la habitación y dale la forma que prefieras.
Como siempre, se trata de que tengas una base con la idea para que después la desarrolles con el punto máximo de personalización, que hagas tuyo este DIY. ¿Ya se te ha ocurrido cómo? Pues manos a la obra.