No puedes evitar mirar cada día esa pequeña mancha situada en la pared de tu salón, ¿verdad? Te desesperas cuando ves ese roce del dormitorio, ¿a qué sí? Pues hoy te traemos la solución perfecta para te olvides de estos defectos, al menos, durante un largo tiempo. Además, no creas que tendrás que llamar a un profesional: tú mismo podrás ocultar los desperfectos de las paredes. ¿Cómo? Pues muy sencillo: empapelando tu hogar.
Pintar, tapizar, empapelar… Son tareas que puedes hacer tú mismo sin necesidad de ayuda. Hoy nos hemos propuestos que consigas la última de ellas, así que vamos a darte una serie de consejos que te serán de gran ayuda.
Una forma económica de cambiar el aspecto de tu casa
Empapelar paredes de tu hogar no solo te servirá para ocultar los defectos de una manera sencilla, sino que es una forma súper económica de cambiar el aspecto de cualquier estancia. Si no lo has hecho nunca, te será más fácil si ponen un papel vinílico con base tejido, ya que son más gruesos y resistentes y solo hace falta dar cola al papel o a la pared. Sin embargo, es importante que sigas las instrucciones de montaje.
Pared lisa
Para que quede liso, es imprescindible que la pared esté limpia, sin fisuras, agujeros… Si los tiene, cúbrelos con masilla y lijao. Si tiene papel, humedécelo con agua caliente y retira con un raspador. Si no te atreves o no quieres tocar la pared, escoge mejor un papel con relieve, que disimula mejor las irregularidades.
Papel estampado
Si el papel tiene estampados, tras pegar el primer pliego, coloca el rollo al lado para ver cómo encajan y marca y corta el pliegue. Por otro lado, ten en cuenta que si colocas el papel de arriba abajo y vas alisando con un cepillo y luego con un paño, no saldrán burbujas.