Dentro de una semana entra oficialmente el verano, y con él, el calor. Cuando empieza el calor hacemos limpieza de armario y guardamos todos los jerséis y abrigos hasta el año que viene y preparamos ropa más fresca. Con la casa hay que hacer lo mismo. Todos los textiles de la casa como cortinas, sábanas, etc. influyen el la temperatura y debemos cambiarlos por otros menos cálidos.
En primer lugar tienes que cambiar las tupidas y gordas cortinas por unos visillos de gasa. Dejan pasar la luz pero le dan también a la ventana una sensación más ligera que las pesadas cortinas. Una solución estupenda para las ventanas son los screen o estores. Los bueno de estos elementos es que tienen unas características muy interesantes: fácil mantenimiento, aislamiento térmico (no entra el calor), sencillez y resistencia a todo tipo de climas. Son la mejor opción y valen para cualquier ventana de la casa. Los hay de muchos tipos: enrollables, manuales, lavables, motorizados… sólo tienes que elegir el que mejor va a tus necesidades.
En cuanto a la ropa de cama, olvídate de las sábanas de franela, el edredón y la ropa de cama de invierno. Es hora de utilizar tejidos más ligeros, y también con colores más claros. Y si refresca un poco por las noches, una fina colcha de nylon será suficiente. También es importante que cambies las fundas de los cojines por otras que tengan tejidos naturales o más ligeros como el ganchillo, el lino o el raso. En el baño también puedes sustituir las toallas o el albornoz por otras de algodón sin rizos, son más ligeras y al secarte se te quedará la sensación de frescor que te aporta la ducha.
Hoy día muchas casas cuentan con aire acondicionado, pero no es bueno abusar de él y con unos pequeños cambios puedes hacer que tu casa sea más fresca. Además de cambiar los textiles, como te hemos recomendado, coloca alguna planta estratégicamente e intenta mantener las persianas bajadas hasta que pase la hora de más calor. De esta manera conseguirás aguantar las altas temperaturas del verano.