Las paredes se pueden decorar con papel pintado, pintura, tela… Hay muchísimas posibilidades, productos y materiales que nos ayudan en la apasionante tarea de dar vida a nuestro hogar. Dentro de la pintura, una de las técnicas más agradecidas y que más posibilidades ofrece para decorar las paredes es sin duda el estarcido.
Fijaos cómo ha ganado esta pared situada debajo de una escalera con la pintura que se le ha aplicado; y sobre todo, con el motivo estarcido clásico con la que se la ha adornado. Elegante y discreto, es un acabado intemporal.
En primer lugar, el acierto de esta pared está en los colores escogidos: un gris muy agradable y un tono crema para el motivo. El gris es un neutro perfecto para cualquier pared, ya que siempre queda bien y combina prácticamente con todo. El tono crema escogido para el motivo le va a las mil maravillas… Lo primero que has de hacer para pintar una pared tan bonita como ésta es escoger un motivo. Puedes utilizar el mismo que nosotros: basta con que imprimas la imagen de la izquierda y la lleves a ampliar. Después, prepara la pared rellenando las grietas y los agujeros con pasta; deja secar, lija para igualar y aplica una mano de fijador de látex con el rodillo.
Una vez seca, pinta la pared con dos manos de pintura plástica gris. Espera hasta el día siguiente para hacer el estarcido; antes de empezar, calcula cuántas veces podrás repetir el motivo de forma que encaje bien en la pared. Dependiendo del tamaño de la pared, el tamaño del estarcido también variará. Traspasa el motivo a una cartulina y recórtalo para hacer una plantilla; sujétala a la pared con cinta y pinta los huecos con brocha de estarcir y pintura acrílica color crema. Antes, haz pruebas en un papel para calcular bien la cantidad de pintura necesaria.