¿Te entregan las llaves de tu casa nueva dentro de poco? Seguro que por un lado estás deseando empezar a decorarla y ponerla a tu gusto, pero por otra te dan mareos sólo de verla tan vacía, te preguntarás… ¿y por dónde empiezo? Tranquilo, es normal tener esa sensación, especialmente si tienes ligera prisa por entrar a vivir en ella. Lo más importante es que no te desborde la sensación de angustia y sobre todo ¡no tomes decisiones rápidamente y a la ligera! Piensa que sobre todo si haces reforma, algunas decisiones son casi para toda la vida.
Lo primero que tienes que hacer es hacer una planificación. Si vas a vivir con alguien, sentaos juntos y estudiad las necesidades que tenéis y las posibilidades que ofrece la casa. Si la vivienda es nueva seguramente tendréis un plano, por lo que lo mejor es que dibujéis sobre él vuestras ideas y sugerencias de decoración. Un consejo es que no os liéis a comprar cosas sin parar, que vuestra obsesión no se convierta en tenerla decorada completamente en pocas semanas. Imagina que dentro de unos meses encuentras una lámpara divina en un mercadillo y ya no tienes sitio para ponerla. Lo mejor es que adquiráis en principio las cosas que vais a necesitar sí o sí, es decir las cosas fundamentales para vivir, como la cama, la cocina, los baños y poco más. Los elementos decorativos pueden venir poco a poco. Sí que es recomendable que decidáis qué estilo va a tener más o menos la casa o cada estancia para ir buscando objetos adecuados e ese estilo. Podéis escribir junto al plano de la casa cómo os gustaría que fuera cada lugar y haceros una imagen mental del mismo. ¿Un salón barroco que ahora está de moda? Seguro que el día menos pensado encuentras una mesita auxiliar ideal para un rincón.
Otro factor importante a la hora de empezar a decorar la casa son los metros cuadrados con los que contamos. Si el sueño de tu vida es tener un pinball en tu habitación y ésta tiene tres metros cuadrados pues… es un poco difícil. Planifica bien el espacio, especialmente si es escaso, y hazte con cajas y utensilios para ordenar bien las cosas. Hay muchos trucos para ganar espacio en tu casa, como por ejemplo pintar dos paredes de diferente color o colocar un espejo estratégicamente. También puedes utilizar un simulador de decoración, en Internet encontrarás bastantes, por ejemplo en la web de Ikea.
Por último, un elemento a tener en cuenta, quizá el más importante, es el presupuesto con el que contamos. Si tenemos el dinero un poco justo, difícilmente podremos hacer reformas y tendremos que hacer uso de la imaginación para cambiar nuestra casa. Elabora un plan de gastos dedicados a la casa y márcate unas fechas aproximadas. No te precipites ni recargues mucho la casa, recuerda que «menos es más» y además tendrás que dejar espacio para los típicas figuras en cerámica que te traiga tu suegra en las que pone «Recuerdo de…» (eso, si es que no se te rompen accidentalmente). No olvides que tu casa es tu refugio y es reflejo de tu personalidad ¡Dale un toque único y original!