Los lunares están de moda. En la ropa, quizás, sobre todo si tenemos en cuenta lo cerquita que está la Feria de Abril… Pero en decoración, tenedlo por seguro. Sencillos y alegres, estos divertidos “topos” pueden dar un toque muy especial a una habitación o pared, sin que os tengáis que dejar el presupuesto en el intento. Decorar paredes con lunares de cualquier tamaño (todos del mismo o combinados) pueden generar ambientes tan bonitos como los de estas imágenes.
Además de ser muy decorativos, los lunares tienen otra gran ventaja: son muy fáciles de pintar. Basta con hacerse con plástico adhesivo, un rodillo de espuma pequeño y pintura acrílica para conseguir una pared muy “flamenca” en un santiamén.
Claro sobre oscuro… O viceversa
Antes de pintar la pared, tendréis que decidir si queréis el fondo claro y los lunares más oscuros, o viceversa. En estas imágenes os muestro ambas posibilidades, aunque a mí la que más me gusta es la que decora el fondo de la pared en tonos intensos y la alegra con lunares claros. Sobre rojo o sobre verde esmeralda, el resultado es fantástico… Además, si queréis pintar alguna pared de un color intenso y os da miedo que el contraste sea muy fuerte, podéis pintarle unos lunares del mismo tono blanco que el resto de las paredes: así la combinación será más armónica.
Paredes, puertas y muebles
Para pintarlos podéis recortar unos círculos en una hoja de plástico autoadhesivo transparente y fijarla a la pared. Luego basta con pintar los topitos con pintura acrílica y rodillo, dando varias manos y dejando secar entre ellas hasta que la zona quede bien cubierta. Otra opción interesante es utilizar vinilos decorativos en forma de círculo o papel pintado a lunares. Como podéis ver en las fotos, incluso las puertas y los muebles agradecen este tipo de decoración… No dudéis en experimentar, y llevar la alegría de los lunares a vuestras paredes esta primavera.
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