Casi todo el mundo tiene en su casa (o quizás en el trastero, en la casa de sus padres, de sus abuelos…) viejas maletas abandonadas que no sabe qué hacer con ellas. Pues desde aquí os digo que ni se os ocurra tirarlas al contenedor, ya que pueden servir para guardar cosas y decorar al mismo tiempo. Y si no, fijaos en estas dos fotos…
La decoración vintage y el reciclaje se unen para recuperar las viejas maletas, cachivaches llenos de historia y de encanto que pueden servir para adornar el pie de la cama (y guardar los cojines o la ropa), o para hacer muebles auxiliares.
En estas dos fotos hay dos propuestas distintas. En la de la izquierda podéis ver dos flamantes maletas nuevas, eso sí, diseñadas exclusivamente para decoración. Están revestidas de láminas de acero brillante con refuerzos decorativos en cuero oscuro, y quedan preciosas a los pies de la cama. Son de Sweetpea & Willow. Si os gustan pero quizás os resulten algo caras, podéis coger la idea para pintar vuestras viejas maletas: es fácil hacerlo con un aerosol color plata. El resultado es muy original, retro e industrial a la vez.
La idea de la derecha es más sencilla, pero para llevarla a cabo necesitaríais dos maletas iguales… Si queréis que os quede exactamente como en la foto. Pero nada os impide colocar dos maletas de tamaños distintos, la más pequeña sobre la grande. De esta manera cumplirán la función de mesita auxiliar, por ejemplo para el rincón de la lectura. Una buena idea es también pintar las maletas de color oscuro, por ejemplo marrón o verde carruaje, y luego pegarles encima entradas a conciertos o al cine, panfletos que hayáis recogido en vuestros viajes, postales selladas, etiquetas de botellas consumidas en cenas románticas… Así serán un auténtico «baúl de los recuerdos».