Uno de los muchos estilos decorativos que puedes aplicar en tu hogar es el estilo zen, que te ayuda a conseguir un ambiente de relajación único. Es un estilo que utiliza pocos elementos, al igual que el minimalismo, pero siempre buscando el equilibrio y la armonía en cada ambiente para lograr una mayor comodidad. También se caracteriza por buscar un ambiente que recuerde a la naturaleza, tanto en la decoración como en los materiales empleados.
Se trata de obtener energías positivas para poder conseguir un ambiente mucho más relajado, especialmente en el dormitorio ya que es la estancia en la que más se necesita la relajación, el positivismo y el descanso. Toma nota de estos consejos para decorar un dormitorio zen:
– Colores: hay que utilizar colores que sean puros y densos. Los más utilizados son el blanco, negro, beige, gris o los colores tierra, tanto de forma individual como combinados entre ellos. Nunca utilices dorados ni colores en tonos muy llamativos.
– Materiales: tienen que ser naturales para que pueda quedar este estilo reflejado perfectamente. El más utilizado es la madera, especialmente la del árbol de haya, y también el vidrio.
– Muebles: tienen que ser de líneas sencillas en su diseño, dejando de lado las curvas y los detalles innecesarios que no encajen en un ambiente natural. Elígelos en colores lisos y huye de estampados o diseños demasiado llamativos.
– Textiles: el edredón deberá ser de algodón y preferiblemente en tonos claros y con el resto de la ropa de cama a juego. Las cortinas o alfombras también en tonos claros y en diseños sencillos que no desentonen con la decoración.
– Iluminación: utiliza focos de poca densidad para que no se vea una luz demasiado intensa. Pon los menos puntos de iluminación posible.
– Elementos decorativos: las plantas son imprescindibles, especialmente aquellas que tengan flores ya desarrolladas.