Decorar con guirnaldas

De papel, de tela o de vinilo. Coloristas y divertidas, o sobrias y elegantes. Infantiles o serias y con glamour. Las guirnaldas han llegado para quedarse, y se están convirtiendo en un elemento cada vez más frecuente en la decoración de nuestras casas.

Además de decorar y de poner un toque especial a un ambiente, las guirnaldas tienen otro aliciente: nos permiten dar rienda suelta a nuestra creatividad. Despiertan nuestra imaginación hasta tal punto que los resultados son, sin duda, sorprendentes. Se abre ante vosotros todo un mundo de posibilidades, en el que lograréis un efecto diferente y personal en función de los materiales, del diseño y de los colores que elijáis.

Hechas por ti

Por ejemplo, el origami o arte de plegar papel os ofrece grandes ideas. Gracias a este arte japonés podréis obtener figuras muy decorativas. Y ¡qué mejor forma de disfrutarlas que colgadas del techo a modo de guirnalda! Será una estupenda manera de contemplarlas cada día. Las guirnaldas son muy apropiadas para decorar habitaciones infantiles, en las que aportan un aire festivo difícil de igualar con otros recursos. Gracias a ellas, y a sus múltiples posibilidades, es fácil llenar de color cualquier estancia, e incluso personalizar un dormitorio. En esta línea es interesante, por ejemplo, hacer una guirnalda de banderines que incluya, en cada uno de ellos una letra del nombre del pequeño inquilino de la habitación.

Banderines y colores

Las de banderines son unas de mis preferidas; me traen recuerdos de verbenas y fiestas populares. Aunque también quedan preciosas si se realizan con flores, pompones, círculos de colores, mariposas… incluso barquitos de papel. No hay límites para la imaginación… Si os decidís a poner alguna guirnalda en casa, no os resultará difícil encontrarlas ya confeccionadas en muchos establecimientos y tiendas online. Pero, en mi opinión, será mucho más divertido hacerla vosotros mismos, y seguro que una vez terminada os gustará mucho más. ¡Manos a la obra!