Probablemente no hayáis oído hablar mucho de este tipo de tonos, aunque os aviso: este otoño van a estar de plena tendencia. Se trata de esos colores que dan la sensación de estar elaborados con materiales en polvo: arena fina, talco, pigmentos… Y que también se pueden relacionar con los colores pastel de toda la vida.
Este tipo de tonos tiene la gran ventaja de que son intemporales y tardan años en pasar de moda. Además, como son muy claros resultan perfectos para viviendas donde la luminosidad sea algo fundamental.
Azul aguamarina
Uno de los colores estrella de la temporada es sin duda el azul claro aguamarina, con un toque de gris. Fijaos lo bien que queda en la foto que abre estas líneas, o como decoración de la mesa, en esta imagen. Es un color estupendo para pintar dormitorios porque resulta claro y relajante. También se aconseja para estancias destinadas al estudio o al trabajo, ya que favorece la concentración. Si o combinas con muebles, carpinterías y textiles blancos conseguirás habitaciones acogedoras y muy bellas. Y un detalle: quedan muy bien las fotografías en blanco y negro, y las flores naturales en colores fucisa o rosa.
Verde oliva o verde seco
El verde oliva de este salón es otro excelente ejemplo del uso de estos colores. En este caso, casi sería mejor reservarlo tan solo para una pared, ya que es un color que puede resultar un poco agobiante si se pintan todas las paredes. Combínalo con muebles de madera clara, tapicerías en tonos crudo y oro viejo.
Tonos nude
Los colores camel, nude y arena, además del rosa palo o desvaído, son también tonos de moda. Vienen en la ropa y en la decoración de este otoño… Además de usarlos en grandes superficies como paredes, ropa de cama o muebles, no dudes en crear pequeños bodegones llenos de encanto como el de esta fotografía. Basta con una arpillera, un frasco de vidrio con cristales, sales de baño o pétalos de rosa secos, y una fina caracola. Estos tonos combinan muy bien con los amarillos , blancos y con el color chocolate.