La decoración de un espacio depende de nosotros y de lo que nos guste pero, a veces, las tendencias son tan potentes que nos decantamos por una de ellas aunque no nos gusten mucho más de lo que ya tenemos. La mejor manera de darle a un espacio un aspecto imperecedero es optar por una decoración sobria y elegante.
No penséis que la decoración por ser sobria es aburrida, ni mucho menos. La sobriedad es parte de una decoración minimalista y no es aburrida, y la elegancia forma parte de una decoración moderna y tampoco es nada aburrida así que ¿por qué no darle una oportunidad?
Un estilo que siempre funciona
Lo bueno de este estilo decorativo es que siempre funciona, da igual el espacio de que dispongamos y el tipo de vivienda que tengamos que decorar. Es muy importante personalizar este estilo para no caer en un clasicismo estereotipado.
El uso de colores neutros siempre es una apuesta segura, tonos grises, negros y blancos combinados con muebles de líneas simples y detalles metálicos pueden encajar en una elegancia sobria y elegante pero moderna. Aportando toques de color, como el lila, se puede conseguir un espacio personal.
La sobriedad y la elegancia también puede transmitirse con un espacio más tradicional pero que no resulte recargado. Muebles de madera oscura, suelos de mármol y lámparas de cristal son algunos de los elementos que encajan con la sobriedad pero que, como tendencia, también forman parte de una decoración actual.
Una de las claves de este estilo, ya sea con un enfoque más tradicional o más moderno, es la sencillez y espacios limpios y nada saturados. A veces, esa sensación de desfase que podemos interpretar en espacios que nos parecen aburridos por su sobriedad no es más que un problema de saturación decorativa. Escoge pocas piezas y sencillas y focaliza la atención en el propio mobiliario. Te encantará.