Estamos en plena primavera y ya tenemos ganas de que llegue el verano para desconectar del trabajo y los problemas del día a día. Manga corta, sol hasta pasadas las 9 de la noche, anuncios con música «buenrollista», bañadores con los colores que se van a llevar esta temporada… Son muchos motivos los que nos invitan a afrontar con optimismo la época más calurosa del año, así que no solo hay que prepararse mentalmente, sino que también hay que hacer un esfuerzo para adaptar la casa a lo que nos pide el cuerpo.
Interior y exterior se fusionan
Nos suele pedir frescura y serenidad, porque las ganas de comerse el mundo las podemos expresar de puertas para fuera. Hay que ser capaz de crear un ambiente agradable, que sea acogedor y que no suponga una separación importante entre las diferentes estancias y la terraza o el jardín, si es que tienes la suerte de contar con ello. Por eso te recomendamos abrir las puertas de par en par y establecer una conexión que te genere dudas a la hora de escoger entre sofá y tele o hamaca y libro.
Azul celeste
Es uno de los colores ideales para el propósito que me he fijado en este artículo. Le sienta de maravilla a casi cualquier habitación, sobre todo si estamos hablando de un dormitorio. Es un color relajante y que te permite soñar con más facilidad que otros. Además, es muy fácil de combinar con accesorios de color blanco, marrón o beige. Los resultados suelen ser espectaculares.
Otra ventaja de esta tonalidad es su capacidad para agrandar espacios visualmente. Una habitación pequeña parecerá más grande pintada de azul celeste, a no ser que anteriormente sus paredes fueran blancas, claro está. También es fantástico para generar una luminosidad mayor.
Estilo marinero
El estilo marinero o navy es de los que no suelen fallar en verano. El azul y el blanco se convierten en los grandes protagonistas y las rayas adquieren un significado especial. Puedes emplearlo en paredes, en complementos, en textiles como pueden ser unos cojines y hasta en muebles envejecidos en azul y blanco hueso.
Otros colores como el amarillo, el turquesa o el menta también pueden formar parte de una decoración de estilo marinero. Solo hay que tener en cuenta que es muy importante combinarlos con tonos neutros para no crear un efecto totalmente distinto al deseado.
Detalles como un sombrero de paja, un barco de madera o un bote repleto de conchas de la playa te vendrán de maravilla.
Ropa de cama
En verano no hay edredones o mantas, pero eso no significa que renunciemos a la ropa de cama. Ésta debe transmitir alegría y frescura, algo que se puede lograr de dos formas: optando por diseños que evocan a la naturaleza y tienen el verde como color predominante o volviendo a pensar en el mar y en los tonos azules.
A mí me encanta la idea de mezclar plantas y flores en una sábana. Si lo complementas con plantas de verdad repartidas por el dormitorio y mantienes la armonía recurriendo a cuadros, alfombras o vinilos, puedes dar en el centro de la diana. Es importante evitar tonos muy potentes porque eso iría en contra de lo que buscamos al hablar de algo agradable y relajante.
Terraza ecofriendly
¿Fan del DIY? ¡Deberías serlo! No hay nada más bonito, barato y sostenible que decorar sin recurrir a productos fabricados por una marca. Tú compras los materiales o reutilizas lo que tienes por casa y empiezas a crear toda clase de elementos con los que decorar la terraza. Te doy ideas: guirnaldas luminosas de colores, un cómodo sofá hecho con palets, cajas de fruta pintadas y con letras dentro, cojines hechos a mano con acabado patchwork, botes de cristal para colocar velas dentro… Todo eso y mucho más. Los límites los pondrá tu imaginación.
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