El zen es una práctica budista que consiste en la búsqueda de la iluminación y la sabiduría mediante la meditación. Es un concepto que ha ido evolucionando muchísimo en nuestro país, y en todo Occidente, y que actualmente es ya un estilo de vida en esta parte del mundo, además de en la cultura oriental, claro.
Más allá de la meditación es también una estética y hasta un estilo decorativo en el que aplicaremos la doctrina zen para conseguir reflejarla en nuestra decoración. Toma nota de las características de la decoración zen para que puedas aplicarla en tu hogar y sacarle el máximo partido:
– La búsqueda de la luz es lo más importante, así que hay que conseguir espacios diáfanos en los que haya claridad y poco mobiliario.
– El mobiliario ha de ser de líneas y formas simples y puras y en colores como el blanco, el beige o el gris, además de otros que son de materiales naturales como la madera o la piedra, ambos recursos imprescindibles en este estilo de decoración.
– Todas las estancias deben estar muy bien iluminadas, o al menos aquellas en las que quieras aplicar la doctrina zen. La luz es signo de pureza y con esto conseguirás eliminar elementos innecesarios que en muchas ocasiones se utilizan en la decoración y que lo único que hacen es sobrecargar el ambiente y perturbar el equilibrio que se consigue al tener únicamente las cosas necesarias.
– Todos los materiales nobles nos comunican mucho más con la naturaleza y consiguen un ambiente mucho más natural y relajado, como por ejemplo con la madera y las piedras que te comentaba antes, así que procura utilizar estos materiales, por ejemplo, en muebles la madera y en suelos o paredes las piedras. No solo te aportarán naturalidad sino que son de lo más bonitos para decorar.