Una mesa de centro es una pieza práctica en la decoración del salón. Es un diseño auxiliar que complementa el look de la estancia. Puedes elegir modelos con un formato mini para amueblar rincones pequeños. Pero también existe la posibilidad de prescindir del artículo para realzar la amplitud. Los siguientes salones muestran ejemplos de espacios en los que inspirarte si quieres trasladar la idea a tu propio hogar.
1. Elevar el protagonismo de la mesa de comedor
En ocasiones, ante la limitación de metros cuadrados disponibles surge la necesidad de priorizar el mobiliario esencial. En ese caso, la mesa de comedor puede quedar en un segundo plano si la cocina es el corazón de la casa. La creatividad es esencial para vestir el hogar. Por ello, existe otra propuesta a valorar: ceder todo el protagonismo a la zona del comedor en un salón estrecho que no tiene mesa de centro.
2. Muebles situados junto a las paredes en un espacio abierto
Existen diferentes maneras de organizar la distribución de los muebles. Situar las piezas principales junto a las paredes es una tendencia habitual para incrementar la amplitud en el centro. De este modo, el entorno parece más despejado. Especialmente, cuando es pequeño. Por ello, es posible utilizar esta forma de distribución en una decoración abierta en la que no hay ningún tipo de ruido visual.
3. Zona de estar enmarcada en una alfombra
La alfombra es un complemento habitual en la zona de estar. Y también suele enmarcar la mesa de centro que destaca sobre el fondo. ¿Pero qué ocurre en un salón que carece de dicho mueble auxiliar? El producto textil que viste el suelo adquiere una mayor visibilidad en el contexto. Se convierte en protagonista del salón. Llama la atención por su color, textura y matices.
4. Un sofá grande
La búsqueda de la proporción realza la belleza en la decoración. Allí donde hay proporción se percibe un equilibrio entre los diferentes ingredientes que componen un lugar. La mesa de centro no es el artículo que ocupa más espacio en la estancia. Y, sin embargo, es posible prescindir de este elemento para realzar la presencia visual del mueble principal del salón: el sofá. La estancia que muestra la fotografía refleja una fuente de inspiración.
5. Salón de estilo industrial
Cada detalle de una habitación es útil para definir las características del estilo predominante. Sin embargo, existen algunos diseños que destacan por sí mismos. El estilo industrial realza los acabados metálicos, las lámparas colgantes, los cuadros con un paisaje urbano y notas visuales que recuerdan a antiguos talleres de trabajo.
Las paredes de ladrillo visto son habituales en un loft. Un salón de estilo industrial y sin mesa de centro es la propuesta que puedes ver en la foto.
6. Mueble detrás del sofá
El sofá es el elemento más representativo del salón. Es una pieza esencial en el lugar. Simboliza el confort y el descanso. En ocasiones, actúa como un medio de separación entre dos ambientes diferentes. Por ejemplo, puede definir una línea imaginaria en una decoración abierta que une la zona de estar con la cocina.
Integrar un mueble detrás del sofá es una propuesta a valorar. Y existen diferentes posibilidades. Un escritorio antiguo o una estantería baja son algunos de los muebles que pueden formar un conjunto con los asientos.
7. Combinación de blanco y madera
Existen distintos motivos para quitar la mesa de centro en el salón. Realzar la amplitud y la luminosidad en la estancia son dos propósitos habituales. Por ello, esta opción también puede integrarse en un espacio decorado en blanco y madera. Un binomio elegante y atemporal que luce su mejor versión en salones grandes y pequeños.
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