¿Tienes una o más salas pequeñas en casa y no sabes cómo decorarlas? ¡No te preocupes! En esta vida todo tiene solución, y en el mundo de la decoración las soluciones pasan por poner orden, tirar de creatividad y buscar el equilibrio perfecto.
Lo que acabo de decir es más fácil de lo que parece. Para dar con esas soluciones hay que pensar cómo distribuir todos y cada uno de los elementos decorativos que van a formar parte de las habitaciones, incluidos los muebles, claro está.
Espejos
Una primera idea pasa por colgar espejos. Con ellos ganarás espacio y luminosidad si los colocas en puntos clave. Además, no olvides que van muy bien para tapar los desperfectos que pueda haber en una pared, como por ejemplo una grieta.
Colores
Otra cosa que no debes olvidar es que tanto las paredes como el techo es mejor pintarlos de un color claro. El blanco es el más recomendable de todos los que existen, pero no debes encasillarte en esa tonalidad, ya que también puedes apostar por otros colores que siendo claros pueden aportar sensación de amplitud.
Con el suelo pasa algo parecido. Si tu suelo es de parqué, intenta que el tono de la madera sea lo más claro posible para incrementar la sensación de amplitud. No es tan decisivo como las paredes y el techo, pero también influye.
Simplicidad
Una sala siempre se verá más grande si no está sobrecargada. Intenta mantener el orden, compra muebles multifunción que ocupen poco espacio y no te vuelvas loco con los accesorios. A los que nos gusta decorar nos gusta pensar que cuanta más cantidad de objetos decorativos mejor, pero cuando una sala es pequeña la suma de objetos suele ser contraproducente. Hay que buscar el equilibrio sin pasarse.
Luz
La luz juega un papel clave en la decoración de salas. Si es natural y entra durante la mayor parte del día, mejor que mejor. Pero como eso es algo contra lo que no se puede luchar, si tienes poca luz natural tendrás que recurrir a la iluminación artificial. En ese caso te recomiendo que la luz sea lo más blanca posible, porque en ese caso reforzarás la sensación de amplitud. Todo se verá más claro y te dará la sensación de que la sala es más grande. Te darás cuenta de ello si tienes la posibilidad de compararla con una más tenue y de un tono tirando a amarillento.
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