Hace un ratito escribí un artículo sobre la decoración del lejano oeste y ahora me gustaría hacer lo propio con otro estilo decorativo: el vanguardista. Este estilo es una de las mayores tendencias del último año y parece que va a quedarse durante mucho tiempo, así que si te gusta es el momento perfecto para apostar por él. El estilo vanguardista se centra en la modernidad y la sofisticación pero siempre de forma que todo sea funcional.
Este estilo se aleja mucho de los más tradicionales o clásicos, buscando siempre el impacto visual creando ambientes espectaculares que son agradables a la vista y que no generan nada negativo en su visión. Definitivamente, con el estilo vanguardista conseguirás estancias impactantes, originales, funcionales y totalmente modernas.
Claves del estilo vanguardista
– Colores: los tonos neutros son los más indicados, especialmente para las paredes y muebles. En los elementos decorativos podrás utilizar otros más llamativos como el rojo o naranja para aportarle algo de color a la decoración.
– Muebles: tienen que ser en líneas sencillas y rectas, sin formas modernas que le quiten sencillez a la estancia. El acero es muy importante en este estilo y fundamental en los muebles, concretamente en las patas de sillas, mesas, sofás o cualquier otro mueble.
– Elementos decorativos: tienes que utilizar pocos, como harías en el estilo minimalista. Los jarrones son imprescindibles, incluso aunque sean decorativos y no les pongas flores. No pongas muchos objetos para no sobrecargar el ambiente ya que no va nada con este estilo.
– Textiles: así como en los muebles tienen que ser líneas rectas, en los textiles es en donde puedes utilizar las formas geométricas o abstractas. Utiliza estas formas o diseños con ellas en cortinas, cojines, fundas nórdicas, alfombras, etc.