Por mucho que nos digan que los pisos se están vendiendo a precios de ganga, lo cierto es que la realidad es bien distinta. Los sueldos son en la mayoría de casos ridículos, y eso por no contar el 25% de paro que hay en España. Con semejante situación económica es una burrada pagar lo que se está pidiendo por el metro cuadrado. Han bajado, sí, pero no lo suficiente. El precio de los pisos debe ir en consonancia con lo que tienen las familias para pasar el mes, porque de lo contrario es imposible (o cuanto menos suicida) meterse en una hipoteca.
Por eso está tan de moda irse de alquiler. A largo plazo es una mala inversión, pero por lo menos no te obliga a vivir con la soga al cuello. No te casas con ningún banco y vas pagando mes a mes. Eso es positivo, aunque evidentemente también hay aspectos negativos.
¿Gastar mucho o gastar poco?
Uno de ellos tiene que ver con la decoración. ¿Para qué me voy a gastar mucho dinero en muebles y complementos si dentro de unos años me voy a comprar un piso y no me servirán? Es la pregunta que se hacen muchos cargados de razón. Es tontería invertir mucho dinero en la decoración de un piso de alquiler, sobre todo si en el horizonte está la posibilidad de comprarse uno.
A pesar de los pesares, la decoración de un hogar es tan importante que no podemos mirar para otro lado. Estés seis meses o cinco años en una casa de alquiler, deberías hacer todo lo posible por sentirte a gusto. Los complementos no son caros y difícilmente te comprometerán. A no ser que el estilo decorativo de tu futura vivienda sea muy distinto, podrás utilizarlo ahora y después, aquí y allá.
Mobiliario
El tema de los muebles es muy delicado, pero hoy en día hay más facilidades que antaño. Gracias a empresas como IKEA, que fabrican mobiliario muy barato y moderno, puedes optar por una renovación constante que no te resultará tan sangrante. Distinto sería que te gastaras 3.000 euros en los muebles del salón, en cuyo caso estarías arriesgándote demasiado y se te encogería la Visa a la hora de entregársela al personal de caja.
Cambios que te pueden ayudar
A tu casa de alquiler no le puede faltar de nada. Recurre a las fotos para sentir que es más tuya que de tu arrendador (aunque sea mentira). Invierte en cortinas nuevas, compra flores y plantas, cambia todos los accesorios y piensa en complementos originales como los cojines para darle un toque distintivo a cada estancia.