La decoración africana o étnica cada vez tiene más aceptación en la cultura occidental. Muchos son los hogares decorados con este estilo tan exótico, extravagante y llamativo. Día tras día aumenta el número de personas que deciden fusionar el mestizaje y los rituales tribales.
La artesanía, los colores vivos y los objetos con líneas originales y sugerentes serán fundamentales. Además, la cestería tampoco podrá pasar desapercibida. Esta englobará materiales tan conocidos como el mimbre, las raíces de los árboles o la caña. Con ello lograremos un toque rústico y tradicional adaptado a los tiempos que corren.
Los elementos naturales son los más utilizados en este tipo de decoración. Además, los pequeños detalles son muy importantes. El salón es el lugar ideal para ser impregnado de rasgos africanos. Los dormitorios también pueden tener un toque más salvaje.
Los tonos cálidos son los que tienen que prevalecer en las paredes. El rojo, el granate, el albero y los naranjas harán que te sientas un poco más cerca de la sabana africana. Para contrastar, la tapicería puede ser en tonos crudos. Las pieles de animales y las fibras naturales se suelen utilizar mucho, aunque yo no voy a ser precisamente el que os anime a comprar las primeras.
Una de las claves es que todo haya sido hecho a mano con madera del continente africano como la teka o la caoba. Normalmente estos materiales procedentes del continente vecino son de gran calidad y presumen de un diseño difícil de igualar. Por último, decir que los inciensos y las velas con aromas de África terminarán por hacer que tu hogar se parezca un poco más a uno de Nairobi.