Cuando llega el buen tiempo apetece salir al jardín, por lo que los deck o porches de madera cobran protagonismo. Antes de nada, es importante a la hora de diseñar un porche tener en cuenta la orientación: elegirlo al norte da como resultado un espacio frío y según la climatología hasta incluso húmedo, mientras que si lo orientas al sur, el tejadillo impedirá que los rayos solares caigan cuando mas vertical incide la luz. Para evitar ese ambiente seco, puedes colocar plantas y ganaras humedad.
Los decks (suelos de madera) deben construirse con maderas duras, que se tienen mejor resistencia a la absorción, perdida de agua y los efectos perjudiciales de los rayos UV. Los porches son un lugar ideal para tomar una taza de café en la sobremesa, desayunar durante el verano o hacer reuniones en el exterior, proporciona un ambiente desenfadado y casual al aire libre.
La opción más simple y menos recomendable es montar la estructura directamente sobre el terreno, para ello debemos nivelar la tierra y comprar la base de madera según las dimensiones que necesitemos. Otra opción más recomendable es hacer una base de cemento y pintarla, construir pilotines o columnas de madera tratada y elevarlo unos cm sobre el nivel del terreno, también podemos utilizar bloques de hormigón prefabricados. Si el deck está al aire libre conviene aplicar un mantenimiento cada cuatro meses y limpiarlo periódicamente con un paño húmedo.