La carpintería de PVC está creciendo muchísimo en nuestro país en los últimos tiempos, aunque bien es cierto que todavía no alcanza cotas como en Irlanda o Francia, donde la tienen instalada en un 70% más o menos. En el norte de España es donde más se colocan, con un 36%, aunque estos datos están creciendo constantemente y es muy probable que en muy poquitos meses ese porcentaje haya subido considerablemente. El PVC necesita unos cuidados y una limpieza especiales para poder así aprovechar sus hasta 50 años de vida útil y que las ventanas que lo llevan no sufran bloqueos, atascos ni roturas.
En primer lugar, debes tener en cuenta que el PVC es un material inerte al que no le afecta la humedad ni la salinidad del mar, por eso es muy recomendable en ambientes de carácter agresivo. Para su limpieza, toma nota de estos consejos:
– Si las ventanas tienen ranuras de aireación, éstas debes mantenerlas siempre limpias y abiertas, ya que si no lo están no podrán cumplir su función y se estropearán enseguida.
– Los perfiles de las ventanas has de limpiarlos con un paño suave que tenga agua y jabón neutro, el cual debes aclarar con abundante agua para que no te quede ningún resto después de limpiarlos. Esto debes hacerlo una vez al mes y verás que se mantienen siempre en perfecto estado.
– Los elementos metálicos o herrajes debes limpiarlos al menos un par de veces al año, y también engrasar todas las piezas que tengan movilidad con algún aceite que no contenga ningún tipo de ácido.
– Las juntas de cierre y acristalamiento, que son siempre de goma, las debes limpiar también con agua y jabón neutro.
Si tienes este tipo de ventanas en tu hogar es recomendable que ventiles al menos dos veces al día ya que su cierre es bastante hermético y pueden acumularse los olores. Si vives en alguna zona donde haya mucha humedad es recomendable que la ventiles al menos tres veces para que el olor a humedad no sea un inquilino más en tu vivienda.