El sofá es uno de los muebles más valorados del salón por el confort que ofrece. La inversión inicial del sofá se completa con el cuidado y el mantenimiento de este producto que puede sufrir el efecto del uso frecuente. El paso del tiempo imprime su propia memoria sobre la superficie del sofá. Por ello, al comprar este mueble nuevo es recomendable que elijas un producto elaborado en un tipo de material que tiene un proceso de mantenimiento sencillo. Al comprar el producto en el punto de venta es importante que te informes sobre cuáles son las características del mismo y las necesidades de mantenimiento a largo plazo ya que esta cuestión también varía a partir del propio material.
Cuando se produce una mancha es importante eliminar de forma inmediata la mayor cantidad de producto para intentar que este efecto sea superficial. Sin embargo, el proceso a seguir siempre está en relación con las características de la zona a tratar. Guarda las indicaciones de cuidado del mueble en un lugar en el que puedas volver a leer esta información cuando la necesites. ¿Cómo cuidar el tapizado del sofá?
Ubicación del sofá
Uno de los aspectos a tener en cuenta en la elección del mueble es la ubicación que ocupará en el espacio. Una imagen que no solo puede describirse a partir de la distribución del mobiliario, sino también mediante la atención a otros aspectos que pueden condicionar la decisión de colocar el sofá en un punto determinado.
Por ejemplo, este mueble puede ser especialmente vulnerable ante el contacto habitual con una fuente de calor. Por ello, conviene alejarlo tanto de los radiadores como del contacto directo con la luz solar que puede entrar a través de la ventana.
Aspirar el sofá
Esta es una de las rutinas de limpieza aplicables al cuidado y mantenimiento del sofá. Aspirar el sofá es una rutina necesaria para eliminar los restos de polvo que se acumulan sobre la superficie de este mueble. Por ello, esta tarea debe realizarse con detenimiento para hacerla en profundidad. Los aspiradores cuentan con accesorios que deben utilizarse para su uso correspondiente. Este cuidado mejora el mantenimiento del tapizado del sofá. Puedes realizar esta tarea de aspirar el sofá una vez por semana.
El cuidado del sofá implica a todos los protagonistas de la casa. En un hogar con niños, los más pequeños también pueden aprender qué gestos deben evitar para no dañar este producto. Por ejemplo, es importante no saltar sobre la base de este mueble.
Fundas para el sofá
Con la motivación de proteger el mantenimiento del sofá a largo plazo, muchas familias también deciden utilizar fundas que añaden este refuerzo del mueble a partir de su diseño. El sofá puede mancharse con facilidad a partir del uso frecuente. Sin embargo, la ventaja de esta medida es que la mancha queda en la funda que puede lavarse en la lavadora o en la tintorería.
Cuidado del reposabrazos
El cuidado del sofá también parte de gestos tan sencillos como no utilizar el reposabrazos como un asiento más ya que esta no es la funcionalidad de esta zona del mueble que puede deteriorarse por el contacto directo con este peso. Existen distintos tipos de brazos de sofás. Esta parte del sofá puede ser regulable en altura. Pero más allá del tipo de reposabrazos, ningún modelo está hecho para sentarse en él.
Por tanto, la compra de un sofá tiene una visión de futuro y de confort en el uso frecuente de este mueble que es protagonista en la convivencia. Por todo ello, el cuidado de este elemento añade perdurabilidad al mismo.