Dos términos pueden formar parte de un mismo campo semántico y, aún así, ser diferentes. Existen dos conceptos que se confunden con relativa frecuencia: diseño interior y decoración interior. La elección de personal cualificado es especialmente recomendable para llevar a cabo una actualización del hogar. ¿Cuál es la diferencia entre estos conceptos?
Diseño de interiores
Quienes trabajan ofreciendo sus servicios sobre esta materia son profesionales que también tienen conocimiento de arquitectura porque para dar la forma definida a un espacio también es importante analizar su base. Puede darse también la circunstancia de que sea necesario hacer algún cambio en la infraestructura de la vivienda al eliminar alguna pared.
Un diseñador de interiores no solo tiene en cuenta la arquitectura de una casa, sino también, cuáles son las necesidades de la familia que la habita. El hogar ideal, desde este punto de vista, es siempre único y personal.
Por tanto, la psicología está muy presente en la realización de un proyecto. El interiorismo genera experiencias a través de la expresividad que acompaña al espacio.
Un experto en diseño de interiores utiliza el plano como una herramienta eficaz en la realización de su trabajo con el fin de visualizar a través de ese guión cuáles son las bases del plan de acción. Generalmente, se ocupa de la realización de reformas en las que se producen cambios estructurales con el fin de ofrecer un máximo confort a la familia que reside en ese domicilio.
Por ejemplo, se produce un proceso de renovación en el hogar cuando surge una demanda para adaptar el espacio a las necesidades de autonomía de una persona mayor.
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Decoración interior
El profesional que trabaja en este campo pone su conocimiento, experiencia e ideas al servicio de la belleza estética de un lugar a partir del estudio de la luz, el espacio y las proporciones. La labor de diseño interior es previa a la decoración ya que el decorador empieza a potenciar las posibilidades de un espacio una vez que su base ya está terminada. El trabajo creativo de este profesional reside en analizar qué colores son los más adecuados para cada lugar, analiza la distribución del espacio, la colocación de los muebles y la elección de las texturas.
Ambos profesionales pueden trabajar en equipo en un mismo proyecto. Sin embargo, es importante que tengas presente en qué casos la labor que quieres llevar a cabo debe ser gestionada por un experto en diseño de interiores. Por ejemplo, si planteas hacer una reforma completa del baño o la cocina, es recomendable que él te asesore.
Un decorador de interiores está constantemente informado de cuáles son las tendencias de cada nueva temporada para vestir el hogar. Tiene la habilidad de ofrecer un perfecto acabado a cada estancia de la casa. Las tareas de decoración están más vinculadas con el estudio de la imagen de un lugar a través de cambios que pueden aplicarse de manera sencilla por medio de mobiliario, productos de carácter ornamental, colores y tejidos.
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Psicología del color
Mientras que el diseño de interiores pone una atención especial en la psicología ambiental, el decorador integra en el ejercicio de su trabajo el valor de la psicología del color. Por ejemplo, al elegir las tonalidades para el dormitorio, el experto tiene en cuenta cuáles son los colores que invitan al descanso y la relajación. Por el contrario, para elegir los colores dominantes en una zona de estudio, puede seleccionar aquellos tonos que propician la concentración y la creatividad. Desde este punto de vista, surge una relación constante entre las distintas tonalidades, el estado de ánimo y la razón de ser de cada estancia.
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