En inglés vintage significa antiguo, de diseño artístico y de alta calidad. Se trata de un estilo inspirado en los años 30 o 40 que ha proliferado en los últimos años. Aporta a cualquier estancia un aire romántico, a la par que elegante. Este tipo de decoración se basa en un estilo antiguo que se actualiza con accesorios modernos y vanguardistas que se adapta a la perfección a cualquier rincón de la casa.
Como base del estilo vintage utilizaremos siempre un blanco o un blanco roto, al que añadiremos accesorios y mobiliario más colorido, ya sea de tonos vivos o de tonos pastel. Este estilo también admite papeles floridos para las paredes, aunque siempre hay que tener en cuenta que una mezcla excesiva de tonos y texturas puede hacer que la estancia se vea excesivamente barroca o recargada.
La madera, el mimbre y la forja son los materiales predilectos de este tipo de decoración. En cuanto a los textiles, podemos jugar tanto con fibras naturales como sintéticas. Por lo general los estampados de flores se convierten en protagonistas absolutos y aparecen una y otra vez en alfombras, cortinas, cojines o edredones.
Apto para cualquier estancia
Para conseguir un salón vintage es necesario utilizar muebles de tipo provenzal, de estilo señorial y con formas curvas y onduladas. Es el llamado estilo “Luis XV”, que coloniza sillas, sofás, mesas y armarios para conseguir evocar un ambiente noble y majestuoso que recuerda a la realeza. El material por excelencia será la madera oscura de nogal, caoba o cerezo, que ocasionalmente puede mezclarse con decapados, maderas en blanco roto o detalles dorados.
Para el dormitorio vuelve a repetirse ese estilo de la corte francesa del siglo XIX. Las mesillas de noche serán altas y estrechas también de madera oscura. Para conseguir un ambiente romántico una buena idea es colocar un cabecero de mimbre o una cama con dosel. Para completar la decoración podemos poner una lámpara art decó sobre las mesillas y añadir ropa de cama con encajes en colores pastel.
Las plantas y las flores se convierten en un elemento clave para conseguir un estilo vintage en cualquier habitación de la casa. Aportarán frescura, romanticismo y color al ambiente. Además hay que prestar atención al resto de accesorios y complementos que deben ayudar a crear esa atmósfera antigua. Un teléfono de los años 50, un jarrón afrancesado, cestos de mimbre, baúles o relojes antiguos son siempre una buena opción.