Una de las formas más atractivas que hay para decorar un hogar es que las paredes luzcan como nuevas. Para ello, nunca está de más darle una pasadita de pintura de vez en cuando y resaltar los encantos naturales de cada estancia. Para ahorrar dinero, muchas personas se decantan por hacer el trabajo ellos mismos. Por eso, en el siguiente artículo de Decorablog te damos unos consejos muy útiles para antes de que empieces la tarea.
Evita pintar la casa en las épocas más cálidas del año, esto es, en verano. A nadie le gusta pasar calor mientras trabaja, por lo que es más aconsejable escoger otras épocas del año como primavera, otoño o invierno para renovar el aspecto de la vivienda.
Reparar grietas y limpiar la pared
Una vez hayas decidido por qué habitación comenzarás a pintar, vacíala de muebles. Los objetos decorativos y los muebles sobran siempre que se trata de pintar. Así evitarás ensuciar los muebles con la consecuente engorrosa tarea de limpiarles la pintura.
Retirar los muebles de la estancia tiene un doble objetivo: no ensuciarlos y el poder limpiar a fondo la habitación. Aprovecha para hacer esa limpieza general que tantas ganas tenías de hacer y que, por circunstancias, no has podido realizar hasta el momento. Desinfecta la zona y quita las bacterias que se hayan acumulado tras los muebles.
Compra cinta de carrocero y cubre enchufes y demás aparatos que no se puedan retirar de la zona para pintarla. Si tu idea es pintar una sola pared o solo el techo, utiliza la cinta para cubrir las separaciones con el resto de las paredes y así no mancharlas.
Cubre bien el suelo con papeles de periódico o de revistas y después de hacerlo repara con masilla las grietas que hayan podido surgir en la pared. Deberás hacerlo antes de comenzar a pintar para así cubrir el resultado con pintura.
Cuando hayas reparado con masilla las grietas, limpia la pared con un trapo con amoniaco. Et voilá! Todo listo para comenzar la tarea. Seguro que tras la mano de pintura queda una estancia fabulosa.