Los muebles envejecen y llega un momento en el que nos cansamos de ellos y queremos sustituirlos. Es entonces cuando nos surgen algunas dudas sobre qué hacer para dejar espacio libre en casa. ¿Los tiramos, los regalamos o los vendemos? Si te decantas por esta última opción, debes saber que para obtener una buena cantidad de dinero tendrás que seguir una serie de consejos como los que comparto en este artículo. ¿Te apetece conocerlos? ¡Vamos allá!
Haz fotos de calidad
No te digo que haya que sacar el trípode y ponerse a hacer fotos como un verdadero profesional, pero piensa que con unas buenas fotos se multiplicarán tus posibilidades de vender cualquier mueble por caro que sea. Además, no olvides que hay que sacar fotografías desde varios ángulos para que los interesados puedan ver en qué estado se encuentra el producto. Por otra parte, a diferencia de lo que se podría pensar, es recomendable que el mueble que vas a vender aparezca solo, sin objetos decorativos que puedan distraer la atención de quien está viendo la foto. Piensa que tus gustos decorativos pueden no tener nada que ver con los de las personas que acceden a tu anuncio.
Fija un precio realista
A todos nos gustaría recuperar el dinero que invertimos en su día en un mueble, pero por desgracia las cosas pierden valor con el paso de los años, ya sea porque han dejado de estar de moda o porque no se encuentran en el mismo estado que cuando eran nuevas. Valóralo y nunca fijes un precio superior al 65% de lo que te costó ese mueble que vas a vender. Además, ten en cuenta que es muy probable que intenten regatear el precio fijado en la plataforma que utilices para vender tus muebles, así que no fijes como precio de venta el mismo que habías pensado como cantidad mínima que te gustaría percibir.
No ocultes ningún defecto
Como vendedor, y como persona honrada, deberías tener muy claro que no hay que intentar engañar al comprador, entre otras cosas porque cuando vea los defectos que has ocultado no querrá finalizar la compra. Muestra el mueble tal y como es, fotografiando los defectos y hablando de ellos en la descripción de la oferta. Así los potenciales compradores sabrán qué es lo que se van a encontrar y no te podrán reprochar nada cuando se lleve a cabo la compraventa.
El poder de la descripción
Describir el mueble que vas a vender es muy importante. Quien no da información tiene menos posibilidades de venderlo porque el potencial comprador no conoce todas esas características que a uno le gusta conocer, como por ejemplo dónde lo compraste, cuánto mide, cuánto te costó en su día (esto es opcional), de qué color es… Por otra parte, no solo se trata de describir la pieza de mobiliario ofreciendo solo datos, sino que también podemos recurrir al poder de la persuasión redactando un texto atractivo que incite a comprarlo. Eso sí, nunca mientas ni exageres, y tampoco escribas una parrafada que no se va a leer nadie.
Buena comunicación
Por último, y no por ello menos importante, debes cuidar tu comunicación con las personas que se interesen por los muebles que pones a la venta. Es bueno dar respuesta lo más rápido posible, ser amable y estar abierto a cambios en el precio o a fijar un punto de encuentro que vaya bien a las dos partes implicadas. Además, hay que aportar la garantía siempre que se conserve y esté en vigor, ya que eso es algo que da mucha confianza a la hora de comprar.
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