Limpiar las ventanas suele ser una tarea que a casi nadie le gusta hacer y que se suele dejar para cuando ya no queda más remedio y hay que hacerlo sí o sí. En realidad es mucho más fácil de lo que parece, lo único que tienes que hacer es seguir las pautas adecuadas y te llevará menos tiempo y teniendo unos resultados excelentes. Te paso unos cuantos consejitos para que sepas cómo limpiar las ventanas:
– Lo primero, ten en cuenta que es mucho mejor utilizar algún remedio casero en lugar de los productos químicos que se venden para tal fin.
– Es imprescindible que el agua que utilices para limpiarlas sea siempre caliente.
– Una de las recetas caseras es poner por cada litro de agua una cucharada de amoniaco, dos de vinagre y un chorrito de alcohol. Puedes añadirle tres cucharadas de aguarrás para evitar que los cristales se empañen. Muy útil si vives en zonas de humedad o si lo que vas a limpiar son las ventanas o espejos del baño.
– Procura no utilizar jabón normal para limpiar las ventanas ya que no tiene los componentes adecuados para tratar cristales y no solo no te van a quedar perfectos sino que con el paso del tiempo se van dañando.
– Antes de limpiar los cristales en sí es recomendable que limpies el marco, ya que si lo haces al revés ensuciarás los cristales cuando limpies los marcos.
– Para secar las ventanas utiliza una servilleta de cocina o un papel de periódico. Con esto eliminarás cualquier líquido y conseguirás más brillo. Sécalos de manera uniforme para que no te queden marcas como, por ejemplo, si limpias haciendo surcos.
– Asegúrate de que los cristales están totalmente secos antes de que coloques las ventanas de nuevo para que no queden marcas si les da el sol.
Ten en cuenta que la luminosidad es uno de los aspectos más importantes en una vivienda, así que tus ventanas tienen que estar siempre limpias para que puedas aprovechar toda la luz natural que llega. Aunque te parezca raro, si la ventana está sucia la luz no se aprovecha de forma óptima.