Decorar adecuadamente las ventanas puede ser un tanto complicado, básicamente por la gran variedad de tejidos, complementos y remates entre los que podemos escoger la cortina más adecuada para una estancia. Clásicas o modernas, las hay para todos los gustos y para todos los presupuestos: linos, sedas, rasos, moarés, brocados, tafetán, algodón, rayón, etc.
A la hora de vestir las ventanas no tienes por qué complicarte la vida. Tratemos de simplificar y ser prácticos. El estilo de una cortina dependerá siempre de la decoración general de la estancia. En general, trata de huir de diseños recargados con frunces muy complicados o bandos muy trabajados. Las últimas tendencias en cuestión de cortinas se inclinan hacia la simplicidad, telas poco pesadas que tamizan la luz natural sin convertirse en una barrera.
Las barras de sujeción son otro aspecto a tener muy en cuenta. La barra ha de ser escogida en función del estilo de la cortina. Hierro forjado, aluminio, latón, acero y madera son los materiales más usados para la fabricación de este soporte.
Los remates de los extremos de la barra admiten todo tipo de diseños y acabados dependiendo del estilo de la cortina y más específicamente, del estilo que queramos imprimir a la estancia. Acabados en forma de piña, estrella o lanza, bolas de cristal … lo que tu imaginación te sugiera.
En cuanto a la manera de recogerlas, lo más usual son los alzapaños, pero existen infinidad de formas de sujetarlas fuera de esta solución. Cordones de pasamanería, bramante, cordones de colores, borlas…
Trucos para las ventanas de cada habitación
– La cocina admite desde el tradicional visillo combinado con encajes (casi indispensable en cocinas de estilo rústico) hasta el práctico estor de loneta o algodón que demanda una cocina de línea vanguardista. Es importante que los textiles utilizados en esta habitación de la casa sean resistentes y fácilmente lavables. La loneta y el algodón cumplen ambas pautas. Si te decides por un visillo los tejidos más recomendables son el tul, el rayón, la gasa o el organdí.
– En el baño procura que las cortinas de ventanas y las de la bañera, si las hubiera, estén perfectamente complementadas. La cortina de la bañera puede ser perfectamente la misma que pongas en la ventana siempre y cuando tengas la precaución de colocarle un forro interior de PVC para proteger el tejido de la humedad.
– En dormitorios infantiles lo más práctico es el uso de estores adaptados, tanto en colores como en estilos, a la decoración de la estancia. El uso de textiles de algodón es muy recomendable por su capacidad para no acumular electricidad estática, su facilidad de lavado y su resistencia al calor.
– En dormitorios de matrimonio los tejidos como la seda, el satén o el raso pueden dar mucho juego en habitaciones de corte clásico. La loneta, el algodón o el lino irán bien en habitaciones de estilo moderno. En esta estancia opta por los cortinajes tradicionales ya que, por sus especiales características, se presta a lucir cortinas de mayor volumen.
– Salones y comedores aceptan también amplios cortinajes, salvo diseños muy minimalistas en los que se hace necesario el uso de estores o cortinas muy livianas. La razón fundamental es que, habitualmente, estas estancias poseen grandes ventanales en las cuales encajan muy bien cortinas de cierto peso visual.
– Las tendencias más actuales proponen cortinas de cuadros y estampados florales, con fondos en tonos amarillos, azules, ocres y rojizos. Procura que cortinas, tapizados y demás textiles de la estancia vayan en perfecta consonancia para lograr un ambiente equilibrado donde te encuentres a tu gusto.
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