Como su propio nombre indica, fue la Reina Victoria de Inglaterra la que estableció las características propias del estilo victoriano, que comenzó siendo una forma de decorar basada en sus propios gustos personales para oficializarse como tal una vez que ella falleció. Elegante, barroco, romántico y con excesos. Así podría definirse el estilo victoriano. En la actualidad quizá haya perdido parte de esa opulencia inicial pero, a pesar de eso, no se caracteriza precisamente por su simpleza o minimalismo. Lo vemos todo a continuación.
Los colores
Los colores que utiliza el estilo victoriano suelen ser predominantemente en tonalidades oscuras, principalmente por la utilización de maderas muy robustas en color caoba, por eso no faltarán marrones, rojos, morados, etc. Pero siempre oscuros aunque si lo actualizamos un poco se puede hacer también en colores claros para darle más luminosidad. Lo mismo para las paredes, que también adquieren tonalidades fuertes a través de la pintura o de la colocación de papel pintado, sobre todo, con flores. Cada una de las habitaciones de la casa, según este estilo decorativo, es de un color distinto en función de su uso.
El mobiliario
Los muebles son los grandes protagonistas del estilo victoriano. Grandes, majestuosos, elegantes, con acabados muy ornamentales y líneas muy curvas. Las mesas son pesadas y los sillones y sofás están tapizadas en cuero, con botones a modo de decoración, las camas incorporan grandes cabeceros y son muy robustas y también se colocan grandes lámparas de pie y en los techos, acompañadas de enormes espejos con grandes marcos.
Los textiles
Las telas que utiliza la decoración victoriana están protagonizadas por terciopelo, cuero, seda, e incluye estampados de flores y damascos, que se pueden ver en paredes, cortinas, tapizados de muebles, etc. La decoración de los textiles incorpora, también, muchos flecos, borlas y encaje, herencia de la tradición bordadora de las mujeres de la época.
La decoración
Continuando con esa línea recargada y excesiva, los elementos decorativos suelen ser piezas grandes, trofeos de animales, estatuas griegas, grandes jarrones de flores, candelabros, pinturas también en colores oscuros y de gran tamaño, con enormes marcos dorados y mucho detalle en sus acabados, baúles antiguos, muchas fotos antiguas, platos de estilo victoriano, etc. Que no quede ningún espacio libre y que la habitación esté siempre llena de cosas…
La iluminación
La iluminación en el estilo victoriano es clave, puesto que los muebles y textiles tan oscuros harán que las estancias sean menos luminosas y deberás jugar con otro tipo de luces para que no queden demasiado en penumbra. Los candelabros suelen ser el punto focal en salones victorianos, aunque lo ideal es conseguir cuanta más luz natural mejor.
Las paredes
Las paredes se visten con motivos de flora y fauna; no faltarán flores ni animales tales como mariposas y aves. Si optas por papel tapiz pon uno que tenga diseños más bien granes para agrandar visualmente los espacios.
El suelo y los pasillos
El suelo de las casas victorianas suele ser de madera o se cubre con alfombras, o ambas cosas a la vez. Con la alfombra puedes darle algún toque de color a la habitación y si prefieres la sobriedad es mejor que dejes la madera a la vista. Como ya hemos visto antes, el color es importante en las habitaciones, pero no tanto en los pasillos y zonas de paso, que deben estar pintados en tonos neutros para no robarles protagonismo y equilibrar así la decoración.
El baño
Los baños victorianos tienen clase, rezuman elegancia. Puedes poner cuadros y flores, unas cortinas de seda y muebles antiguos, por supuesto, un gran espejo y una gran bañera no podrán faltar. Incluso papel tapiz en las paredes con motivos florales.
Aquí te dejo con una galería de fotos con diferentes ejemplos de la decoración con estilo victoriano. ¿Te gusta para tu propia casa?