¿Vas a cambiarte de casa y tienes que acondicionar la cocina de tu nuevo hogar? ¿Estás pensando en redecorar tu cocina? Si has contestado afirmativamente a alguna de estas dos preguntas, una de las primeras cosas que deberás tener en cuenta es la forma de esta estancia, ya que no es lo mismo decorar un espacio cuadrado que uno alargado.
En muchos hogares, la cocina se caracteriza por tener una forma alargada. ¿Es tu caso? Pues bien, aunque pueda parecer que este tipo de cocinas son difíciles de decorar o incómodas, podrás crear un espacio práctico y confortable si tomas las decisiones adecuadas. Para ponértelo más fácil, hoy queremos darte algunos consejos para decorar cocinas alargadas. ¿Te gustaría acompañarnos?
Los colores más adecuados
Una de las primeras cosas que deberás decidir a la hora de decorar cualquier tipo de cocina es el color o colores que quieres que primen en la estancia. En el caso de contar con un espacio alargado, lo mejor es que te decantes por tonos claros, especialmente si se trata de una cocina pequeña.
Los color claros tienen la ventaja de aportar luminosidad y de ampliar el espacio visualmente. Por tanto, te recomendamos apostar por blancos, cremas, grises claros, amarillos… Este tipo de tonalidades deberán estar presentes en paredes y muebles, aunque también podrás escogerlos para otros elementos. Eso sí, lo ideal es que también añadas pinceladas en tonos más oscuros o llamativos. Por ejemplo es una excelente idea escoger el negro para el suelo o la encimera.
Cómo distribuir los muebles
Si tienes una cocina alargada tendrás que prescindir de las mesas grandes y de las islas, a menos que también se trate de una cocina ancha. De hecho, lo ideal es concentrar la zona de trabajo en una única pared, es decir, en línea recta con una de las paredes. Esta es la opción más recomendable para cocinas alargadas y con pocos metros cuadrados, ya que favorece la libertad de movimientos. Además, el ambiente no queda saturado.
Si tienes la suerte de contar con una cocina grande, a pesar de ser alargada, también puedes introducir una segunda zona en la pared opuesta. Eso sí, solo te recomendamos apostar por esta opción si entre ambas zonas queda espacio suficiente para moverse libremente. Otra opción es la distribución en “L”, que también aprovecha la pared del fondo.
Aprovecha el espacio al máximo
En cocinas alargadas, sobre todo si son pequeñas, hay que aprovechar el espacio al máximo. Eso sí, tampoco deberás llenar el espacio de muebles. La clave está en saber organizar los interiores de los armarios y cajones. En nuestro artículo “Ideas para organizar los armarios de la cocina” encontrarás información al respecto que puede resultarte muy útil. Además, es buena idea apostar por muebles de almacenaje altos.
Por supuesto, también deberás sacarle partido a las paredes. En este sentido, puede ser una excelente idea colocar barras de metal, en las que podrás colocar los utensilios. Por supuesto, las baldas también son muy útiles para almacenar.
Espacio para comer
Como te hemos comentado antes, en las cocinas no podrás colocar islas ni mesas grandes, pero eso no quiere decir que no puedas crear un espacio para comer. De hecho, existen varias alternativas al respecto. Por ejemplo, si ha quedado una pared libre, puedes situar una mesa, siempre y cuando se trate de un diseño que ahorre espacio, como las mesas con alas o las extensibles. Eso sí, procura colocarla en un lugar que no te moleste para cocinar.
También puedes crear un pequeño office en la ventana o colocar una barra en una de las paredes.
Artículo recomendado: Usos de las islas de cocina