Sí, ya sé que estamos en invierno y que hace un frío que pela, pero antes de darnos cuenta estaremos disfrutando del sol, las altas temperaturas y la playa. Los más afortunados podrán aprovechar sus vacaciones o fines de semana para disfrutar de su casa en la playa. Otros tendrán la suerte de vivir todo el año cerca del mar. Pues bien, para todos ellos hoy traemos unos consejos súper útiles.
Como imaginarás, no requiere los mismos cuidados una vivienda situada en la ciudad o la montaña que una casa en la playa, que está expuesta a la acción del viento, el sol y la sal del ambiente. A la larga puede llegar a haber graves destrozos, por lo que es importante prevenir. Así que nosotros vamos a darte unos consejos para cuidar tu casa de playa.
Daños
Los daños más comunes en las casas de playa se dan en el exterior debido a la exposición continua del sol que hace que la pintura se degrade y pierda su tonalidad original. También la sal puede penetrar en las bases metálicas causando corrosión y debilitamiento. Además, si la casa está hecha de madera, el viento, la arena y la humedad pueden debilitar la estructura. Por eso, una casa de playa requiere cuidados extra.
Humedad
Como imaginarás, la humedad es uno de los principales problemas de las casas de playa. Para evitarla deberás ventilar la vivienda, peso si tienes que dejarla cerrada durante un largo tiempo, lo mejor es que coloques recipientes pequeños llenos de vinagre blanco o bicarbonato de sodio en cada habitación. Cuando estés de vuelta, solo tendrás que abrir las ventanas y, si quieres, colocar incienso o velas aromáticas. Además, deberás estar muy pendiente de las posibles goteras.
Suelos, paredes y arena
Lo mejor es que las casas de playa cuenten con suelos y paredes de cerámica, material de muy fácil limpieza y que puede evitar los daños por la acción de la arena y la sal. Si optas por la madera, deberá ser lo más rústica posible. Por último, es recomendable que cuentes con una ducha externa para evitar que entre demasiada arena dentro, aunque esta medida no te impedirá tener que barrer a diario y enjuagar los muebles exteriores a menudo.