El dormitorio es, sin duda, una de las estancias más importantes del hogar, ya que es aquí donde dormimos para recargar las pilas. Por eso, la decoración debe estar enfocada a conseguir un descanso placentero. Eso sí, tampoco debemos olvidarnos de la vertiente más estética, ya que todos nos sentimos más cómodos en habitaciones decoradas con buen gusto. En este sentido, la decoración de la cama juega un papel fundamental, ya que este elemento es casi siempre el punto focal de la estancia.
A la hora de decorar la cama podemos optar por numerosas opciones, pero hoy queremos hablarte de una de las que mejores resultados da. Nos estamos refiriendo a decorar este elemento en blanco, uno de los colores más utilizados en el mundo del interiorismo, algo que no es de extrañar si tenemos en cuenta todas sus ventajas, que son muchas. Así, lo que hoy vamos a hacer es darte algunos consejos para decorar la cama en este versátil y atemporal color. ¿Te apetece acompañarnos? ¡Te aseguramos que no te vas a arrepentir!
Ventajas de la decoración de dormitorios en blanco
Como te acabamos de comentar, el blanco es un color que tiene muchísimas ventajas. Por eso, solemos recomendarlo cuando hablamos de decorar dormitorios. Lo primero que hay que tener en cuenta es que se trata de un color de lo más versátil, ya que encaja perfectamente con todo tipo estancias (pequeñas, grandes, con poca luz natural, muy luminosas…) y estilos (vintage, minimalista, clásico, moderno, nórdico…). Además, puede combinarse con cualquier tonalidad de la paleta cromática. Por otro lado, hay que señalar que se trata de un color atemporal, que queda genial en cualquier época del año y que nunca pasa de moda. Por si fuera poco, el blanco transmite una sensación de paz, frescura y tranquilidad, cualidades ideales para una estancia como el dormitorio. Por supuesto, tampoco podemos olvidar que ayuda a ampliar los metros cuadrados visualmente y potencia la luminosidad. Por eso, es ideal para estancias con pocos metros cuadrados y escasa luz natural.
Diferentes tonos de blanco
Teniendo en cuenta todas las ventajas del color blanco, no te extrañará que lo recomendemos para cada uno de los elementos que forman parte de la estancia. Incluso, es buena idea optar por un dormitorio monocolor. Eso sí, independientemente de cómo esté decorada la habitación, una excelente opción es escoger el blanco para la cama, y ya no solo para la estructura y el cabecero, sino para la ropa de cama y los cojines que la cubren. Una posibilidad es decorar toda la cama en blanco. Sin embargo, si te decantas por esta opción te recomendamos que combines diferentes tonos para que la cama no resulte demasiado aburrida. Además, siempre es mejor mezclar diferentes texturas o tamaños y formas en el caso de los cojines y las almohadas.
Toques de colores alegres
Otra opción excelente es la de combinar el blanco con colores más alegres y atrevidos. Por ejemplo, puedes cubrir la cama con ropa blanca pero incorporar algunos cojines y almohadas en colores como el rojo, el naranja, el morado… Para un dormitorio calmado y relajante, nada como mezclar el blanco con tonos neutros, azules o verdes. Y si quieres una estancia moderna, puedes optar por el binomio blanco-negro. En realidad, podrás escoger cualquier color, ya que, como te hemos comentado antes, el blanco combina perfectamente con todo tipo de tonos. La opción de añadir toques de colores llamativos es aún más recomendable para habitaciones en las que el blanco es el absoluto protagonista.
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