Los textiles son accesorios imprescindibles en cualquier vivienda. Nos ayudan a decorar con un toque acogedor y hacen que nuestros espacios se vean mucho más cálidos y cómodos.
El problema es que también sufren la rutina del día a día, por lo que debemos cuidarlos como se merecen en función de las características y las necesidades de cada tejido. ¿Fibras sintéticas, naturales, tejidos de gran calidad, especialmente delicados…? En este artículo encontrarás todas las claves que necesitas para cuidar correctamente la ropa de casa.
Los textiles más delicados
La ropa de casa que exige un cuidado especial se recomienda lavarla antes con agua fría y con un detergente neutro. Los productos de limpieza son muy importantes, ya que algunos pueden dañar los colores y los tejidos.
En el mercado actual encontrarás una amplia variedad de productos de limpieza, fabricados especialmente para cada tipo de tejido o de prenda, así que asegúrate de que escoges el más adecuado.
Aunque si prefieres métodos de limpieza tradicionales para las manchas más difíciles de eliminar, en Decorablog te recomendamos que pruebes a sumergir las prendas delicadas en agua fría con un poco de sal. Y acuérdate de lavarlas, preferiblemente, a mano. A la hora de secarlas, se recomienda evitar la exposición directa al sol y en las peores horas. Recuerda que el sol daña los colores.
Muebles y accesorios tapizados
Los tapizados de seda no se deben lavar a altas temperaturas ni con opción de centrifugado en la lavadora. Mientras que el lino conviene lavarlo a mano y a unos 40ºC.
El terciopelo es otro tipo de tapizado muy común en muebles y complementos de la casa. Se debe lavar a mano, con agua fría y hay que plancharlo del revés. Mientras que el cuero se puede limpiar fácilmente con un paño seco y con productos especiales para este tipo de superficies.
Ropa de cama
La ropa de cama de algodón y mezcla se lava con agua fría y se plancha ligeramente húmeda con la opción de vapor. De esta forma evitamos la formación de arrugas.
En el caso de los nórdicos y edredones, se deben airear y sacudir con frecuencia. Además, conviene pasar un aspirador para eliminar la suciedad acumulada. Si debido a su tamaño no te entran en la lavadora, nuestro consejo es que los laves en la bañera con algún detergente neutro. Por el contrario, si decides lavarlos en la lavadora, utiliza siempre programas delicados y suaves.
Por lo que se refiere a las mantas, algunos tejidos como la lana exigen la limpieza de un profesional. Así que prueba a llevarlos a la tintorería por lo menos dos veces al año.
Las toallas
Los expertos nos recuerdan que debemos lavar la ropa de baño nada más comprada. La razón es que las toallas nuevas no secan del todo bien. En contra de lo que mucha gente piensa, las toallas no se deben lavar con suavizante ya que afecta a su capacidad de absorción. Pero, si lo haces, utiliza muy poco suavizante.
Si lo que quieres es conservar las toallas suaves y mullidas durante más tiempo, prueba a sumergirlas en agua salada antes de lavarlas.
El blanco, más blanco
El problema de la ropa blanca es que, por mucho cuidado que tengamos con ella, con el paso del tiempo siempre tiende a perder su blanco del primer día. En Decorablog te recomendamos remojar la ropa durante una hora en una mezcla compuesta de tres cucharadas de bicarbonato disueltas en agua templada. Después podrás lavarlas como haces siempre en la lavadora.